Coches clásicos que valen millones: las subastas más caras de la historia

Este Ferrari es el coche más caro de la historia, tanto de los nuevos como de los clásicos. Se trata del chasis 4153 GT del modelo y, además de por la exclusividad de su tirada limitada, su alto valor radica en su inmaculado estado y en un palmarés de competición en el que destaca el triunfo en las 24 Horas de Le Mans de 1964. (El ejemplar subastado tenía pintura plateada)

Segunda plaza también para un Ferrari 250 GTO, concretamente para la unidad número tres de las 36 que se llegaron a fabricar y una de las únicas cuatro que pasaron por las manos del carrocero Scaglietti para ser modificadas. Además, consiguió 15 victorias en su carrera, algunas de renombre como la Targa Florio.

El bronce también es para un 250 GTO, última aparición del modelo en lista. De color gris al salir de fábrica, poco tardó en cambiar su carrocería al rojo característico de la marca italiana, que lució en numerosas pruebas primero con el piloto Jo Schlesser a sus mandos y a partir de 1965 con Fabrizio Violati al volante.

Otro Ferrari de competición que, cuando cambió de manos en 2016, estableció el récord para una subasta. Se trata de un ejemplar en un estado de conservación impecable y que pasó sus primeros años compitiendo en eventos de la talla de la Mille Miglia o las 12 horas de Sebring.

Primer modelo que rompe con la hegemonía de Ferrari. Su alto valor se debe a dos motivos. El primero, que Juan Manuel Fangio lo condujo en la temporada en la que ganó su segundo mundial, haciéndose con la victoria en los GP de Nürburgring y Suiza de 1954. El segundo, que se trata del único ejemplar de particular, que no pertenece a Mercedes o a algún museo.

De nuevo otro vehículo que fue conducido por Fangio, que ganó con él la Mille Miglia de 1956, pedigrí al que además suma la exclusividad de que solo llegaran a fabricarse 4 unidades.

La exclusividad es la gran baza de este Ferrari, primer modelo que no es de competición de todos los vistos en la lista. El NART (North American Racing Team) fabricó 10 ejemplares de calle de éste, quedándose la su producción en menos de la mitad de los 25 previstos originalmente.

Su historia es curiosa: creado para competir en el mundo de las carreras, problemas de homologación hicieron que no pudiera entrar en campeonatos oficiales. Sin embargo, la marca italiana consiguió un acuerdo con la FIA para participar en algunas pruebas en 1965 y consiguió quedar tercero en las 24 Horas de Le Mans. Además, fue muy exclusivo: solo se fabricaron tres.

El único Aston Martin de la lista es el primer ejemplar fabricado del DBR1 de una serie total de solo cinco unidades. Venció en los 1.000 KM de Nürburgring con Sterling Moss al volante y no fue el único piloto ilustre que pasó por su asiento: Carroll Shelby, Roy Salvadori, Jack Brabham…

Una auténtica rareza de la que solo se fabricaron dos unidades, ambas dirigidas a reconocidos actores de Hollywood de la época, Clark Gable y Gary Cooper. La que alcanzó un alto precio en la subasta fue la segunda. Destacaba en su día por sus 400 CV de potencia y por poder alcanzar 225 km/h de velocidad máxima.