Si eres de finales de los 80 o de los 90 es más que probable que, ya sea en navidades o en tu cumpleaños, haya caído algún regalo que tenía las pistas naranjas de Hot Wheels como protagonistas. Sillas, mesas y demás mobiliario urbano se convertían en obstáculos y tu ponías tus coches a hacer magia. Pues Tanner Foust (hace unos años, no nos vamos a engañar) llevó a cabo uno de sus trucos pero a escala real, realizando un descenso vertical de 27,5 metros y lanzándose por una rampa para surcar el aire durante nada menos que 101 metros.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram