La siguiente historia parece un guion de una película de terror o sacada un libro de miedo. Pero es real y ocurrió en la autopista de Kolima, en Rusia.
Se trata de una vía de 2.000 kilómetros que une las remotas poblaciones siberianas de Magadan y Yakutsk, casi en la frontera con el Círculo Polar Ártico. Su construcción fue ordenada hace más de 90 años por Stalin y las obras finalizaron en 1953.
La carretera de los huesos
La llaman la carretera de los huesos porque está pavimentada, literalmente, sobre los huesos de los prisioneros condenados a trabajos forzados en el gulag de Sevvostlag, y cuyos restos se iban usando como material poroso en la mezcla de la construcción a medida que los condenados morían de agotamiento.
Actualmente, la M56 sigue abierta, pero con casi nulo tráfico y ya es considerada oficialmente como un memorial del terror estalinista. Y aunque se ignora la cifra exacta de cadáveres que dejó a su paso, los historiadores no tienen ninguna duda de que son decenas de miles.
En cualquier caso, por supuesto, no tardaron en aparecer los relatos de espectros y caminantes fantasmales que se aparecían a los escasos conductores que se atrevían a circular por un paraje que –con o sin fantasmas– resulta ya de por sí sobrecogedor y mortal.
Una historia que da para mucho. Tanto así que incluso que se realizó una novela gráfica de terror catalogada como una de las lecturas más escalofriantes del último año. Relata la historia de un prisionero que quiere escapar de aquella ruta y está disponible en Amazon a 16,62 euros.
La polémica en Google Maps
La polémica ruta da de qué hablar hasta hoy, pues desde 2020 el camino fue eliminado por Google Maps y ahora da como opción una ruta alternativa. Esto sucedió después de un trágico accidente.
Dos jóvenes rusos (Serguéi Ustinov y Vladislav Istomin) salieron desde Yakutsk con dirección a Magadán, una ruta de casi 2.000 kilómetros (34 horas en coche) y todo terminó en una verdadera pesadilla.
Según asegura el The Siberian Times, viajaron en un Toyota Chaser en pleno invierno siberiano, con 50 grados bajo cero y sin ropa apta para combatir las bajas temperaturas. La ruta que ofreció Maps fue la Autopista de Kolymá, que ya hace años ha dejado de usarse como carretera.
Debido a la gran cantidad de nieve, ambos se perdieron en la ruta y los rescatistas encontraron al coche cubierto de hielo y en su interior a Serguéi fallecido y a su amigo vivo, aunque en pésimas condiciones.
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