El diseño como argumento para distinguirse de la competencia y reforzar la imagen de la marca. Así es la apuesta de la gama DS de Citroën, una colección de modelos con una elaboración más sofisticada que permite a la marca francesa situarse un escalón por encima de los fabricantes más populares e intentar competir con las marcas alemanas de prestigio.
El proceso empezó con el DS3, un utilitario de diseño, siguió con el DS4, un familiar compacto más refinado, y se despliega ahora con esta berlina media, que se postula como alternativa francesa a los Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes Clase C, pero con unos precios en torno a un 15% más asequibles.
El DS5 es un coche innovador que rompe la rutina estilística de los modelos de su tamaño. Para empezar tiene la línea afilada y estilizada de los cupés, pero con cuatro puertas y un portón trasero más práctico. Así, aplica un diseño futurista que cuida con mimo todos los detalles para ofrecer una imagen más elaborada y vanguardista.
Esta filosofía se aprecia también por dentro, con una configuración que recuerda a las cabinas de los aviones. En la mecánica destaca la versión HYbrid4, que incorpora la primera mecánica híbrida asociada a un motor turbodiésel, rinde 200 CV y reúne prestaciones brillantes y consumos mínimos (3,8 litros de media), sobre todo en ciudad, donde circula la mayor parte del tiempo con el módulo eléctrico.
Además, todas las versiones cuentan con una variada lista de opciones que permiten personalizar a medida el coche, tanto en su aspecto exterior, con llantas especiales, techo panorámico etc…, como en el interior, con materiales, adornos y tapicerías de cuero combinables en un gran abanico de tonos.
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