El gasto de combustible del coche es uno de los aspectos que más valoran tanto los compradores como los fabricantes de automóviles, que se esmeran en conseguir consumos homologados lo más bajos posibles. Sin embargo, en conducción real acercarse a esas cifras se antoja realmente complicado, cuando no directamente imposible.
Sin embargo, hay una técnica orientada precisamente a esto y que puede ayudar a los conductores a ahorrar dinero: el ‘hypermiling’.
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Aunque no tiene una traducción directa, se puede interpretar como una conducción ultraeficiente en la que reducir el consumo es la máxima. Suele utilizarse para conseguir récords del mundo, como el logrado por un Toyota Prius recientemente, pero en la práctica, sus fundamentos pueden ser aplicados por cualquier conductor en el día a día para ahorrar combustible y espaciar los pasos por la gasolinera.
No es necesario llevarlos al extremo, como sí ocurre cuando se intentan retos de este tipo, pues algunas técnicas pueden ser hasta peligrosas, pero tener en cuenta ciertas medidas puede redundar fácilmente en una conducción mucho más eficiente y económica.
Técnicas utilizadas en el ‘hypermiling’
Lo primero son aquellos hábitos que sí que es seguro adoptar y que rebajan el consumo del coche:
- Conducir con anticipación: estar pendientes de lo que hay alrededor permite realizar las maniobras adecuadas que no conlleven un gasto innecesario de combustible. Por ejemplo, dejar de acelerar si a la vista hay un semáforo rojo o una señal de stop
- Llevar a cabo una conducción suave: la conducción más eficiente es la que se realiza suavemente, sin llevar a cabo frenazos ni acelerones rápidos, ya que estos últimos elevan el consumo de manera considerable
- Conducir a bajas revoluciones: es interesante alcanzar rápido la velocidad objetivo y luego mantenerla utilizando una marcha larga, aunque esto es algo que depende del terreno, siendo más fácil llevarlo a cabo en llano
- Subir las cuestas de manera gradual: aunque pueda parecer complejo, a la hora de afrontar subidas resulta más conveniente mantener el acelerador de manera progresiva
- Bajar las cuestas en marcha largas: dejar correr el coche en bajadas ayuda a rebajar el consumo, pero hay que estar atento para controlar su velocidad. Ir en punto muerto, por eso, no es recomendable, pero sí en una marcha que permita bajar rápidamente a otra en la que el freno motor actúe y retenga el coche
- Vaciar el coche: reducir el peso del automóvil en la medida de lo posible siempre ayuda, por ejemplo, quitando bultos que haya en el maletero y que no sean necesarios
- Apagar el aire acondicionado o el climatizador: su uso aumenta el gasto de combustible, así que es mejor apagarlo. También es recomendable circular con las ventanillas cerradas, para mejorar la aerodinámica. Lógicamente, esto es casi imposible en verano
Por otra parte, hay técnicas que se utilizan para lograr estos retos y que no es seguro llevar a cabo al conducir en situaciones reales.
Un ejemplo de ello es el de inflar los neumáticos muy por encima de la presión recomendada. Sí, esto reduce la banda de rodadura en contacto con el asfalto, así que se gasta menos combustible, pero también hace que se pierda tracción y que aumenten las posibilidades de sufrir un reventón.
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