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Llevar los neumáticos hinchados a la presión correcta es importante por varios motivos, siendo el principal el de la seguridad. Las ruedas son el único elemento que pone en contacto el coche con la carretera, así que su inflado óptimo consigue la mejor tracción y capacidad de frenado del coche.
Sin embargo, no solo es importante por eso, también es un aspecto que afecta al consumo del vehículo y que puede evitar pinchazos por un desgaste irregular del neumático. Pero ¿cuál es la presión adecuada para un neumático?
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Cómo preparar el coche para las intensas lluvias En términos generales se recomienda una presión de entre 2 y 2,5 bares, pero es un baremo genérico que no vale para todos los coches, puesto que la presión correcta varía en función del automóvil y dentro de un mismo modelo también cambia en función de factores como su motor, el tamaño de las llantas o el uso que se esté haciendo.
Para saber cuál es la presión a la que tienen que ir las ruedas hay que buscar una pegatina que contiene toda la información y que puede estar ubicada en varios sitios.
Es habitual que esté localizada en el marco de la puerta del conductor o en la propia puerta, pero también puede estar en el interior de la tapa del depósito y siempre se encuentra en el manual de usuario del vehículo.
Cómo es la pegatina que indica la presión de los neumáticos
El formato del adhesivo, aunque varía de unos coches a otros, tiene siempre una estructura fácilmente identificable. Lo primero que indica son los distintos tipos de neumáticos que puede montar ese modelo de coche en concreto, con toda la información correspondiente sobre sus medidas.
Al lado de cada uno se muestra cuál es la presión óptima para las ruedas, distinguiendo entre las delanteras y las traseras, algo lógico porque cada eje soporta un peso distinto.
La presión se muestra con dos medidas diferentes. La primera son los bares, en formato de dos dígitos y que suelen oscilar entre los 2,0 y los 3,0 a lo sumo, aunque pueden superar este límite máximo.
La segunda son los PSI, es decir, libras por pulgada cuadrada, un estándar de medida empleado en Estados Unidos.
En los coches europeos, hay que hacer caso a los primeros, pues es la medida que se emplea en los puntos de aire de las estaciones de servicio.
Por último, para un mismo tamaño de rueda, la pegatina mostrará distintas presiones en función de cómo se esté utilizando el coche. Así, si solo van a ir una o dos personas se establecen presiones inferiores, mientras que si el coche va a ir lleno y con equipaje se recomiendan otras superiores para aguantar mejor el peso añadido.
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