Morgan se mantiene fiel a su tradición clásica con el Morgan Supersport, heredero del Plus Six y nuevo buque insignia de la marca, que más que revolucionar, se dedica a perfeccionar una fórmula que funciona como un reloj.
Mantiene un diseño vintage, con formas que recuerdan a coches del pasado: faros redondos, abombados pasos de rueda, silueta atlética, retrovisores retro con acabado cromado, llantas de 18 o 19 pulgadas y el muy llamativo detalle de ser el único coche del mundo con tres limpiaparabrisas delanteros.
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Sin embargo, lo que más destaca es el hecho de que Morgan dará a los compradores dos techos distintos que son intercambiables entre sí. Por un lado está la habitual capota de lona que permite disfrutar de él como descapotable, por otro un techo rígido hecho de carbono que le transforma en cupé.
El interior también resulta parecido al de su predecesor, pero es bastante más práctico. Así, tras los dos asientos se ha aumentado la capacidad de almacenaje, mientras que en la parte delantera ahora se disfruta de una guantera.
En términos generales es bastante analógico, con botones y relojes físicos, pero incorpora un pequeño cuadro de instrumentos digital. Además, mejora su oferta tecnológica con el sistema de carga inalámbrica para smartphones, un sistema de sonido firmado por Sennheiser o el manos libres, novedad inédita en la marca.
La mecánica del Morgan Supersport
Para el Supersport se ha desarrollado un nuevo chasis, el CXV, hecho de aluminio, que aumenta la rigidez respecto al CX utilizado en modelos previos. A esto se ha sumado una nueva suspensión más cómoda para afrontar viajes largos y una dirección más directa, que permite un mayor control cuando hace falta.
Por lo que respecta a motores, únicamente hay una opción disponible. Se trata de un propulsor 3.0 de seis cilindros en línea de origen BMW, que desarrolla una potencia de 340 CV y un par máximo de 500 Nm. Se combina con una caja de cambios automática de ocho relaciones y con un sistema de tracción trasera.
Por el momento solo se han desvelado los precios para el mercado británico, donde arranca en 105.160 libras, es decir, el equivalente a casi 125.000 euros.
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