Hacer una mudanza puede ser una de las tareas más caóticas a las que se enfrenta cualquier persona. Son días, e incluso meses, de estrés en los que la organización resulta clave para que todo salga bien. Muchos optan por camiones para transportar sus pertenencias, otros por furgonetas y algunos incluso por el coche.
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Sin embargo, utilizar un coche para trasladar toda una casa puede quedarse corto de espacio y, además, resultar peligroso. Aun así, una familia cargó su vehículo al máximo y uno de los pasajeros terminó en el maletero para dejar sitio. Lo curioso no fue eso, sino que su perro ocupaba el asiento delantero.
Las imágenes no tardaron en hacerse virales y los usuarios dejaron numerosos comentarios cómicos. Eso sí, aunque parezca que el animal va correctamente sentado, nunca debe viajar suelto en el habitáculo, sino con un sistema de retención adecuado.
Cómo llevar al perro en el coche: recomendaciones
Para evitar estas situaciones de alto riesgo, el RACE ofrece una serie de recomendaciones básicas para los conductores que deban viajar con mascotas en sus automóviles:
- Nunca se debe viajar con un animal suelto por el habitáculo. Existen riesgos importantes para él mismo y los demás ocupantes y, además, pueden representar un peligro para los equipos de rescate en caso de un accidente. Puede implicar una sanción de hasta 100 euros (en el caso de viajar sin la adecuada sujeción para evitar que interfieran en la conducción).
- Hay que elegir un sistema de retención adecuado. Entre los sistemas disponibles están los arneses de sujeción (con un sistema de unión corto y estable), los transportines o los separadores del habitáculo, que deben ser firmes y estar bien anclados para evitar desplazamientos.
- Evitar colocar objetos junto al animal. En caso de impacto puedan salir despedidos.
- Controlar al animal en las paradas de descanso. al abrir el maletero o la puerta del vehículo el animal puede salir corriendo y provocar algún incidente.
- Nunca, bajo ningún concepto o circunstancia, dejar al animal en el interior del vehículo con altas temperaturas. Ni siquiera en una zona de sombra o con las ventanillas abiertas.
- Realizar paradas cada dos horas. Así el animal podrá hacer sus necesidades, pasear e hidratarse.
- Controlar el posible mareo. Si el animal tiene tendencia a marearse, es preferible no darle de comer o beber en las horas previas al viaje. En las paradas aprovechar para que beba, pero no una pequeña cantidad.
- Vigilar la temperatura del vehículo. Asegurando una ventilación adecuada en todo momento.
- Acostumbrar al animal al sistema de sujeción. Si suele desplazarse en su vehículo, acostúmbrale desde cachorro a viajar sujeto, en transportín o separado por un sistema que impida el acceso al habitáculo.
- Nunca sujetar al animal con su correa. No es un sistema de retención y supone un riesgo importante de lesiones, tanto para él como para el resto de los ocupantes.
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