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10 extras que cuestan bastante más que tu coche
Unas maletas tan caras como un Skoda Fabia o un equipo de música por el precio de un Renault Twizy. Accesorios de lujo que, en ocasiones, no tienen mucho más sentido que el gasto por el gasto.
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Sistema de audio Bang & Olufsen Audi S7: 7.400 euros
Empezamos suave: 15 altavoces y 1.200 vatios de potencia para escuchar la música con una calidad impecable en los Audi S7 y RS7. O podrías quedarte con el equipo normal: te daría para comprarte un Renault Twizy o una Honda CBR 500R.
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Espíritu del Éxtasis en oro para Rolls-Royce: 9.500 euros
Posiblemente, uno de los logos más representativos de la automoción. Además de oro de 24 quilates, puede ser de policarbonato, plata sólida e incluso contar con iluminación LED. Una figurita en el capó que vale lo que un Dacia Sandero, por ejemplo.
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Faros láser de BMW: 11.570 euros
De momento solo disponibles para su deportivo eléctrico, el i8, su haz lumínico alcanza 600 metros y es 10 veces más intenso que las fuentes de luz convencionales. Te da para comprar casi cualquier utilitario del segmento A, e incluso alguno del B.
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Techo Starlight de Rolls-Royce: 11.660 euros
1.000 luces LED para iluminar el techo como si fueras en un descapotable. No son (ni de lejos) el extra más caro, pero sí uno de los más extravagantes.
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Vinilos para Ferrari: 18.000 euros
La marca de Il Cavallino Rampante se toma en serio la personalización exterior de sus modelos, ya no solo por los vinilos: optar por una pintura bitono para la carrocería tiene similar coste. Y por esa cantidad te podrías agenciar un Peugeot 208 o, si te van los todocaminos, un Dacia Duster.
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Maletas Louis Vuitton para BMW i8: 19.000 euros
Cuando un coche no tiene apenas maletero, un set de maletas que encajen perfectamente se convierte en un extra bastante preciado. Tanto que cuesta como un Kia Pro Cee’d o un Skoda Fabia.
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Llantas de magnesio Porsche 918 Spyder: 30.000 euros
El superdeportivo híbrido de Porsche tiene una de las listas de accesorios más caras que se recuerdan. Valgan como ejemplo unas llantas con un coste parejo al de un Volkswagen Beetle R-Line con 220 CV de potencia.
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Pintura Liquid Metal Chrome Blue del Porsche 918 Spyder: 59.500 euros
¿Creías que las llantas iban a ser el elemento más caro del Porsche? Qué va. Con lo que cuesta esta bonita pintura te podrías hacer, por ejemplo, con un Range Rover Evoque.
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Reloj Bentley Bentayga: 150.000 euros
¿Uno de los mejores relojes del mundo? Seguramente, pero no deja de ser un reloj analógico para el salpicadero. Teniendo en cuenta que el propio Bentayga vale 240.000 euros, parece una cantidad desorbitada. Tu eliges, un reloj o tres Mustang GT de 418 CV.
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Carrocería de carbono del Bugatti Veyron: 283.000 euros
El extra más caro de la lista: en vez de pintura, la carrocería es una capa de fibra de carbono. No dudamos de que el acabado sea bonito, pero por tal cantidad, casi mejor comprarse un McLaren 650S Spider para intentar ganar al Bugatti en una carrera.