Un descapotable con encanto para ver y ser visto, y también para disfrutar al volante. El Fiat 124 Spider es el modelo más especial de la compañía y se suma al pequeño 500 y al todocamino 500 X para enriquecer una nueva familia focalizada en el poder de seducción. Las primeras unidades llegarán a España a finales de este mes de junio con precios desde 25.990 euros.
El Fiat 124 Spider comparte estructura y chasis con el Mazda MX-5, pero presenta un diseño específico y lleva un motor diferente. Su estética recupera parte de los rasgos del modelo clásico de Fiat del mismo nombre de los años sesenta y setenta, y se convierte en una de sus mejores tarjetas de presentación, porque entra por los ojos y ofrece una línea atractiva y elegante. Todos los paneles de la carrocería son diferentes, elevan la longitud del coche frente al MX-5 (de 3,91 a 4,05 metros) y hacen que tenga más empaque que su primo japonés.
Al volante resulta igual de divertido que el roadster de Mazda, porque es un biplaza ligero (1.125 kilos en orden de marcha), con propulsión trasera, diferencial autoblocante, un cambio de seis marchas de accionamiento preciso y una dirección rápida que termina de convertirlo en un juguete que transmite agilidad y sensaciones cercanas a los kart, aunque Fiat ha aplicado también una puesta a punto propia que le dota con un punto más de confort.
El propulsor, por su parte, es un 1.4 turbo de 140 CV que redondea el conjunto. Como tiene más par que la mecánica 2.0 atmosférica de 160 CV del Mazda, ofrece una respuesta algo más enérgica en la zona media del cuentarrevoluciones y no exige estar tan pendiente del cambio para ganar velocidad y realizar, por ejemplo, un adelantamiento. Por contra, le falta empuje hasta las 2.000 vueltas y, aunque el consumo oficial es inferior (6,4 litros de media respecto a 6,9), en uso real, en cuanto se apuran las posibilidades del motor, el gasto suele ser mayor, en torno a nueve litros.
ABARTH 124 SPIDER, UNA DERIVACIÓN MÁS DEPORTIVA
Para los conductores que deseen un planteamiento más dinámico, Abarth, la división deportiva de Fiat, ofrece su propio modelo. Para empezar, aporta una estética mucho más llamativa, con pintura bicolor, cuatro salidas de escape y otros detalles en el interior que cambian la imagen elegante del Fiat por un estilo más radical. Y la mecánica también evoluciona, porque el motor 1.4 turbo sube hasta los 170 CV, 30 más, y otorga prestaciones bien superiores. Por ejemplo, acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos, frente a los 7,5 segundos del Fiat, y alcanza una punta mucho mayor: 232 km/h, en vez de 215.
El chasis recoge algunas modificaciones para aumentar el dinamismo, como ruedas más grandes (205/45/17, por las 195/50/16 del Fiat), amortiguadores Bilstein y una barra de refuerzo entre las torretas de suspensión delanteras que refuerza la precisión de guiado, y se completa con un sonido de escape mucho más emocional y estridente.
El inconveniente es que tiene un precio exageradamente superior al del Fiat: 40.000 euros, una cantidad excesiva y difícilmente justificable. Las primeras entregas se producirán en otoño.
TODAVÍA HAY MÁS
¿Se acuerdan de súper ratón y su célebre frase? Pues es que los nuevos Abarth 595, las versiones deportivas del Fiat 500 de 2016, son precisamente eso: súper ratones u hormigas atómicas, como prefieran, remitiendo a otro personaje de dibujos animados con poderes increíbles para su pequeño tamaño. Y es que los 595 que la marca acaba de presentar incrementan su poderío estético con nuevos detalles y recogen al mismo tiempo una inyección de vitaminas mecánicas que los postula como referencias entre los GTi en miniatura.
La gama se subdivide ahora en tres variantes, todas con motor 1.4 turbo y cambio manual de cinco marchas: 595, con 145 CV; 595 Turismo, que sube a 165 CV, y 595 Competizione, que alcanza los 180. Los precios: desde 18.370, 22.150 y 24.950 euros, respectivamente. Estarán disponibles también a finales de este mes.
El 595 es el primer escalón, y se distingue por su doble salida de escape en color negro. El Turismo cuenta con doble salida cromada y cuenta con discos de freno perforados y unos amortiguadores Koni de doble frecuencia de funcionamiento que eliminan los rebotes del eje trasero de los modelos 500 y aportan un comportamiento más estable. Y el Competizione se distingue por sus cuatro salidas de escape negras y suma además pinzas de freno Brembo, suspensión más rígida, diferencial autoblocante y un sistema de escape Record Monza con un sonido especialmente deportivo y sugerente.
Hemos podido probar esta última variante y, aunque mantiene los puntos menos convincentes de los 500 y 595, como una postura de conducción muy alta y una ergonomía a los mandos mejorable, tiene un comportamiento casi de coche de carreras, porque se agarra como una lapa, corre, frena, suena, su parte delantera apenas subvira, la trasera ayuda a redondear los giros y terminará enamorando a esos conductores que busquen un coche pequeño pero con mucho genio.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram