Los 16 coches más peculiares de los 70 años de Seat

Creado para los Juegos Olímpicos de 1992, utilizaba baterías de plomo de 500 kilos de peso y era capaz de recorrer 55 kilómetros en ciclo urbano.

Se entregó a cada uno de los medallistas españoles de Barcelona 92 y era el Toledo más lujoso posible: pintura bitono, tapicería de cuero, teléfono fijo y fax.

Esta peculiar versión del 1400 no tenía ni puertas ni techo y estaba pensada para enseñar la fábrica de Seat a visitantes ilustres. Se fabricaron dos unidades que en 2005 fueron fusionadas para conservar una de ellas perfectamente restaurada.

Tomaba la base de un 600, pero el diseño de Pietro Frua lo convertía en un monovolumen con tres filas de asientos, y eso a pesar de que solo tenía dos metros de distancia entre ejes. Además, el techo se podía desmontar.

Para la visita de juan Pablo II hubo que crear una variante del Papamóvil sobre el Panda, puesto que el vehículo tenía que ser capaz de entrar en los estadios del Real Madrid y del Barcelona. Era de color blanco, perdió el techo y los cristales y se instaló una estructura acolchada en la zona trasera para que el Pontífice pudiera sujetarse.

Un regalo para Felipe VI cuando cumplió la mayoría de edad, que sirvió para adelantar las especificaciones técnicas del Ibiza SXI que llegaría dos años más tarde: volante especial, aire acondicionado, asientos Recaro, motor de 100 CV y sistema de frenos doble con discos ventilados, entre otros elementos.

Una variante que lleva el nombre de la fundación en favor de los niños desplazados en Latinoamérica creada por Shakira. La cantante lo configuró a su gusto y lo autografió en el capó. Se fabricaron dos unidades, una de las cuales se sorteó con fines benéficos.

Tras 16 años operando, Seat alcanzó la redonda cifra de un millón de vehículos producidos: el ejemplar fue un 124 que se sorteó entre los empleados. Le tocó a uno que no tenía carné, así que lo entregó al fabricante y se quedó con el dinero equivalente a su precio.

Desarrollado a partir del Ritmo, recibió una demanda por plagio, así que la compañía creó un ejemplar de color negro que destacaba todos sus detalles propios en color amarillo, lo que convenció al tribunal.

Con Jordi Gené a los mandos, en 2014 se convirtió en el primer coche de tracción delantera en marcar un tiempo inferior a ocho minutos en la vuelta a Nürburgring: 7 min 58,44s.

Para conseguir la suficiente tracción y potencia para competir en rallies, se creó esta versión del Ibiza equipada con dos motores de 1,5 litros, uno aplicado sobre cada eje y con su propia caja de cambios, consiguiendo tracción integral y casi 300 CV. Ganó dos subcampeonatos.

El SUV estrenó en la SEAT Ateca Snow Experience de 2017 su versión más radical, una que cambiaba las ruedas por orugas, lo que le daba una respuesta muy buena en nieve, aunque estaba homologado incluso para circular por la calle.

En la primera generación del compacto se diseñó un prototipo de descapotable creado por Ital Design, con una configuración de 2+2 asientos y que ni siquiera tenía arco antivuelco.

En esta ocasión se trataba de un Ibiza descapotable tipo ‘barchetta’, que directamente prescindía del parabrisas. Este era reemplazado por una pequeña visera delantera.

No llegó a producción, pero faltó poco. Esta versión transformaba el Marbella en un pick-up cuya caja de carga estaba separada del habitáculo meramente por una reja.

Durante el desarrollo de la cuarta generación del compacto superventas se utilizó un tipo de camuflaje especial para el modelo, el ‘trencadis’ con el que Gaudí reutilizaba los azulejos rotos.