Por norma general, las preparaciones que generan más ruido son las que se llevan a cabo sobre vehículos deportivos o lujosos. Sin embargo, también hay casos alejados de lo habitual que se colocan por razones propias en primera plana. Como el de esta furgoneta.
Brabus es todo un clásico entre los preparadores aftermarket y su gusto por ‘meter mano’ a todo lo que lleve la estrella de Mercedes, conocido de sobra. Así que no hace ascos a ninguno de los modelos de la marca alemana, ni siquiera a las furgonetas, y tanto ahínco pone en su trabajo que cifra en 224.910 euros el precio a pagar por su Sprinter ‘Conference Lounge’.
La cantidad puede parecer elevada, pero no desentona teniendo en cuenta todos los extras que le han instalado.
De un primer vistazo, esta se distingue de otras furgonetas por la reconocible ‘B’ de la parrilla, por el paragolpes específico con luces antiniebla, por los nuevos pasos de rueda y las llantas de 18 pulgadas.
Sin embargo, eso no es, ni de lejos, lo que justifica el desembolso. Lo importante (valga esta vez el tópico) está en el interior. Porque vaya interior: nada del parco habitáculo al que acostumbran estos vehículos: Brabus lo ha transformado en un centro de negocios portátil a todo lujo.
Las tres filas de asientos de la furgoneta están tapizadas en cuero y Alcantara gris oscuro, todos están calefactados, hay mesas para reuniones, dos pantallas de televisión, un reproductor de BlueRay, un router de alta velocidad, sistema Apple TV, una tableta de 10 pulgadas y una nevera.
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