A 300 km/h con un Ferrari por Colorado

Todos los coches que cualquier aficionado al motor soñaría con conducir, y un escenario a la altura para poder disfrutarlos: más de 400 kilómetros de carreteras que discurren por Colorado, Estados Unidos, atravesando cañones, bosques, desiertos, montañas y núcleos urbanos. Ésta es la propuesta de Forza Horizon, la última entrega de la saga Forza Motorsport, el simulador de conducción más famoso y reconocido de la oferta actual, junto con el Gran Turismo de la consola Playstation de Sony (el Forza es para la Xbox 360 de Microsoft).

Pero el nuevo Forza Horizon es bien distinto de sus cuatro antecesores: por primera vez, el título invita a salir de los circuitos para transitar por carretera abierta, con tráfico, y no es un simulador de conducción puro, sino un juego de tipo arcade, más sencillo y similar a las máquinas recreativas de los años 90.






En los simuladores hay que ser muy riguroso con la conducción, tanto que pueden resultar excesivos para los jugadores ocasionales o no experimentados. En los títulos tipo arcade, en cambio, la reproducción de la física de los coches no está tan afinada y es más permisiva con los errores, y la mayoría de modelos corren y van parecido: el jugador puede acelerar a fondo y, llegado el caso, rebotar contra los guarda raíles de las curvas o los demás vehículos para adelantar. Los simuladores no permiten estas licencias, y exigen frenar y trazar con precisión para ganar, controlar adecuadamente el peso e inercia de cada coche (muy diferente entre un deportivo o un todoterreno) y no chocar porque los vehículos se dañan y empiezan a perder velocidad o manejabilidad. Su realismo es tal, que algunos pilotos los utilizan para conocer y entrenar circuitos en los que nunca han competido.






Entre los dos extremos, simulación y arcade, hay una sima de diferencias que aprovecha Forza Horizon, proponiendo un término medio entre los dos conceptos: es un juego arcade, pero con una física de conducción más realista y cercana a la de un simulador, aunque todavía permisiva. Diversión recreativa, con un toque más purista: los coches, por ejemplo, se abollan al chocar y pierden mucho ritmo; es mejor no hacerlo, a diferencia de un arcade puro, en los que se puede incluso llegar a ganar velocidad. Pero eso sí, no merman en rendimiento a pesar de los golpes, una concesión al mundo arcade.




Como todos los Forza, ofrece gráficos con calidad fotográfica y añade una excelente banda sonora que ameniza los recorridos



Como en todos los títulos de la saga, Forza Horizon ofrece también gráficos de calidad fotográfica y añade una excelente banda sonora que ameniza los trayectos. Aporta mayor sensación de velocidad que los Forza Motorsport y, a cambio, cede en exigencias de conducción. El jugador controla el vasto entorno a través de un detallado mapa, y este micromundo situado en Colorado tiene su centro neurálgico en el festival Horizon (de ahí el nombre del juego) un encuentro de coches y música a gran escala que sirve como cuartel general para el jugador: allí podrá comprar, pintar y mejorar sus coches, apuntarse a competiciones y eventos, interactuar con otros jugadores…






El conductor virtual puede circular por las carreteras a su aire (compuestas por tramos de asfalto y pistas de tierra), con tráfico en las dos direcciones, señales y cruces, o apuntarse a competiciones programadas, que suelen discurrir por tramos cerrados y en las que se compite contra siete jugadores más. Y hay también retos añadidos, como superar a rivales en carreras uno contra uno o pasar por las cámaras de radar a la mayor velocidad posible. El objetivo básico consiste en ganar, pero también se puede (y debe, por las recompensas) adornarse entre medias dando saltos, haciendo derrapes o atravesando carteles publicitarios con el coche.






La oferta de modelos incluye desde clásicos históricos, como los Mini y VW ‘escarabajo’ originales, hasta los mejores superdeportivos del momento, de fabricantes como Ferrari, Aston Martin, Lamborghini, Mercedes, Audi, BMW, Bentley, McLaren. Además, el 18 de diciembre se ofrecerá un paquete de expansión con coches de rallies.






Forza Horizon solo está disponible para la Xbox 360 de Microsoft, y ya se vende con un precio medio de 70 euros. Está indicado para jugadores a partir de 12 años.

Al final, lo mejor de Horizon es que populariza uno de los simuladores de conducción más profesionales, que se simplifica y dulcifica para abrirse al gran público, y propone una experiencia de juego más accesible y enfocada a la diversión. Y lo peor, que se queda entre medias de todo, porque ni es un simulador puro, ni tampoco un arcade al uso. Pero hay días que apetece jugar al fútbol en un campo reglamentario, y otros en los que se prefiere jugar con un balón de fútbol en la playa, sin árbitros ni normas.

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