El tamaño importa. Con sus casi 3,7 metros de longitud, el nuevo Hyundai i10 es uno de los urbanitas más grandes de la oferta actual. Sus dimensiones favorecen la habitabilidad, que es mayor de lo normal en estos coches, y también el tacto de conducción, porque circula con un aplomo y confort más propio de los utilitarios, que rondan ya los cuatro metros.
La tercera entrega del i10 completa sus estrenos principales con un acusado giro en el diseño. Por un lado muestra una línea más estilizada que lo aleja de la imagen de minifurgoneta del modelo actual, y, por otro, refuerza su calidad interior con una presentación vistosa y colorista, y aplica materiales más cuidados.
El i10 llegará a España a finales de noviembre, aunque todavía no hay precios. El modelo de ahora se vende desde 8.850 euros (con descuento y financiación de la marca), y el nuevo será un poco más caro por su mayor tamaño y dotación de serie.
La estampa del i10 2013 se sitúa a medio camino entre los urbanitas con formato monovolumen, como los Fiat Panda y Chevrolet Spark, y los que apuestan por una fisonomía más de turismo, como los trillizos VW Up!, Seat Mii y Skoda Citigo. Y recoge lo mejor de las dos alternativas: el espacio de los primeros y el comportamiento de los segundos. Así, incluye cinco plazas aptas para adultos y un maletero de 252 litros, y circula con buenas maneras por carretera y autopista, transmitiendo la sensación de estar llevando un coche más grande. Además, y aunque el equipamiento tampoco está cerrado, incluirá de serie seis airbags y control de estabilidad ESP.
La oferta mecánica se centra en dos pequeños motores de gasolina con una respuesta alegre y consumos bajos: 1.0 de tres cilindros y 66 CV, que gasta 4,7 litros de media (oficial) y 1.2 de cuatro cilindros y 87 CV, que solo sube a 4,9 litros. Ambos cumplen bien en ciudad, aunque para carretera es mejor el 1.2, que permite mantener ritmos más holgados.
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