En el segmento de las berlinas deportivas medias, el BMW M3 es una opción perenne, con años de historia a sus espaldas, y la BMW no deja de buscar maneras de mejorarlo. Ahora acaba de llegar a un nuevo nivel con el BMW M3 CS.
Estéticamente es idéntico a un M3 normal, salvo por las llantas de aleación de diseño DTM, pero hay otros cambios que no se aprecian a simple vista. Por ejemplo, varias de sus piezas están fabricadas en plástico reforzado con fibra de carbono (CRFP): paragolpes delantero, difusor trasero, capó, techo y alerón. Gracias a ello rebaja su peso 50 kilos. Así se cumple la primera parte de la inequívoca fórmula de “menos peso, más potencia”.
De lo segundo se encarga el motor: pese a seguir siendo un bloque 3.0 TwinPower Turbo, ahora llega hasta los 460 CV y los 600 Nm de par máximo (+10 y +50 respectivamente). Esta combinación, a la que se suman una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades, tiene como resultado una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos. La velocidad punta está limitada electrónicamente a 280 km/h.
También mejora su comportamiento con la inclusión de un sistema de escape deportivo y, sobre todo, con la incorporación de unos frenos carbocerámicos M Compound con pinzas de cuatro pistones en las ruedas delanteras y de dos en las traseras.
El habitáculo se mantiene como en el M3 de serie, pero añade una nueva combinación que une la tapicería cuero bitono en colores Silvertone/Scharwz con diversas zonas cubiertas en Alcantara. Por el momento se desconoce su precio, pero los pedidos se abrirán en enero, la fabricación comenzará en marzo y solo se fabricarán 1.200 unidades del BMW M3 CS para todo el mundo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.