En 2017 llegará la próxima generación del BMW M5 y, para despedir a la actual como se merece, el fabricante alemán ha lanzado la edición limitada Competition Edition. Junto a los detalles diferenciadores que potencian la exclusividad de este tipo de series, también recibe una mejora mecánica que lo sitúa entre los modelos más potentes de la historia de la marca.
Bajo el capó se encuentra el motor 4.4 V8 del M5 convencional, pero potenciado hasta los 600 CV y los 700 Nm, lo que supone una mejora de 40 CV y 20 Nm, respectivamente. Esto repercute en sus prestaciones, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos (en vez de 4,3), aunque mantiene la velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Además, lleva instalado de serie el paquete Competition, por lo que sus cualidades dinámicas también han mejorado: su altura está rebajada 10 mm, los amortiguadores son más duros, la dirección es más precisa, cuenta con un modo ‘M’ para el control de estabilidad y, de manera opcional, se puede equipar un sistema de frenos carbocerámicos.
Y si la exclusividad se sentirá al volante, también se podrá apreciar a simple vista. De las 200 unidades que se producirán, 100 serán en color Carbon Black y las otras 100 en Mineral White, en ambos casos con llantas de 20 pulgadas, diseño de doble radio y acabado Negro Jet Black. El último toque lo ponen las piezas de fibra de carbono, como las carcasas de los retrovisores o el difusor.
En el habitáculo, la tapicería es de cuero Merino Black con costura de contraste en Opal White, igual que las alfombrillas que, además, lucen el número de producción de la unidad.
El BMW M5 Competition Edition ya está disponible por 179.900 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.