No hay duda de que un híbrido enchufable es una buena opción de compra. Aunque son más caros que la media, su autonomía eléctrica les permite circular en modo cero emisiones durante los trayectos diarios, lo que supone un ahorro para el bolsillo y una menor contaminación. BMW ya estrenó un BMW Serie 3 híbrido enchufable en la generación anterior del modelo, pero en la nueva, presentada hace unos meses, lo ha mejorado.
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Esta variante PHEV recibe el nombre de 330e y combina un motor 2.0 TwinPower Turbo de 164 CV con un bloque eléctrico de 68 CV para conseguir una potencia conjunta de 252 CV y 420 Nm de par máximo. Eso sí, de manera puntual el eléctrico puede emplear la función XtraBoost para añadir otros 41 CV.
El sistema se complementa con una caja de cambios Steptronic de ocho relaciones y con una batería de ion-litio de 12 kWh, que le otorga hasta 60 kilómetros de autonomía eléctrica según el ciclo NDEC. En este modo solo puede alcanzar 140 km/h, pero utilizando toda la potencia del sistema PHEV llega a 230 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en seis segundos.
El BMW 330e homologa un consumo de 1,7 l/100 km y unas emisiones de 39 g/km de CO2, aunque estos datos en el caso de los híbridos enchufables hacen referencia a los primeros 100 kilómetros, en los que la autonomía 100% eléctrica entra en juego.
La principal contra del BMW Serie 3 híbrido enchufable es que entre el espacio que ocupa la batería y el retraso de la posición del depósito de combustible, el maletero ve mermada su capacidad hasta quedarse en solo 375 litros.
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