El pasado 28 de septiembre, China dio un nuevo salto en ingeniería con un récord al inaugurar el Puente del Gran Cañón de Huajiang, considerado el más alto del planeta. Ubicado en la provincia montañosa de Guizhou, esta colosal estructura se eleva a 625 metros sobre el río Beipan, superando incluso la altura de la Torre Eiffel.
Con una longitud total de 2.890 metros y un tramo principal de 1.420 metros, el puente no solo impresiona por su altura, sino también por su funcionalidad. Antes de su construcción, cruzar el desfiladero tomaba dos horas y ahora el trayecto se reduce a apenas dos minutos.
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Pero más allá de la técnica, el puente ofrece una experiencia visual única: cuenta con una cortina de agua artificial que, al caer desde lo alto, genera un arcoíris visible desde distintos ángulos, convirtiéndolo en un atractivo turístico por sí mismo.
El puente más alto del mundo: su construcción
La construcción del puente en China tomó tres años e incorporó 21 patentes, incluyendo sistemas de navegación satelital, drones para supervisión y materiales de ultra alta resistencia. Estas innovaciones permitieron levantar la estructura con precisión milimétrica en un terreno extremadamente desafiante.
Durante la ceremonia de apertura, multitudes de curiosos, ingenieros y autoridades chinas se congregaron para presenciar el inicio del tráfico sobre esta maravilla suspendida entre las nubes. Las imágenes captadas por drones mostraron vehículos cruzando el puente, cuyas torres de acero azul se alzan majestuosas entre la niebla.
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