El ingenio del ser humano no tiene límites. Somos una especie capaz de construir puentes, acueductos y caminos, pero también pirámides, torres inclinadas o palacios en medio de una isla repleta de canales. Algunas cosas son útiles y otras lo son menos, pero el hombre nunca deja de crear.
Algunos lo llaman arte, otros fantasía y otros enajenación, mas lo cierto es que el mundo está lleno de creaciones que, si no has perdido la capacidad de fascinación, son capaces de dejarnos con la boca abierta. Algunas están hechas con automóviles. Hoy os mostramos cinco de ellas que requieren al menos un minuto de nuestro tiempo. ¿Locura o talento en estado puro?
Carhenge
• La prehistoria en modo auto
Está en Nebraska (Estados Unidos) y reproduce de manera fiel la famosa construcción neolítica de Stonehenge, en Inglaterra. Lo peculiar del asunto es que está realizada con 38 coches pintados de gris.
Fue construida en 1987 por el arquitecto Jim Reinders, quien recibió de esta manera al solsticio de verano como homenaje a su padre, que había sido el dueño del terreno donde hoy se ubica este llamativo círculo de 29 metros de diámetro construido con coches. Hoy es una de las grandes atracciones del estado de Nebraska.
Cadillac Ranch
• Una plantación de coches en el desierto
En la famosa película de José Luis Cuerda, Amanece que no es poco, nacen hombres de la tierra. Quizás el director manchego tomase la idea de un famoso monumento situado justo al lado de la Ruta 66, en el estado de Texas, conocido como Cadillac Ranch.
Son diez Cadillacs enterrados de punta, como si estuviesen plantados, que llevan allí desde 1974, aunque cuando se caen de puro viejo son sustituidos por otros. Lo más atractivo es que son considerados como una obra de arte viva, ya que cualquiera puede acceder a ellos con un bote de spray y dejar su aportación.
El monumento fue planeado por el millonario texano Stanley Marsh para representar la edad de oro de los automóviles americanos (los Cadillacs originales iban desde el 1948 al 1963), pero pronto fueron enriquecidos por distintos grafitis que les dieron su aspecto habitual. Con todo, los coches son repintados de tanto en tanto por causas benéficas o para celebrar el cumpleaños de la esposa de Marsh. Hoy el rancho es parada obligada entre los miles de conductores que recorren la Ruta 66.
Trans Am Totem
• Un tronco sujetando coches
En Vancouver (Canadá), existe un enorme tronco de árbol que sujeta cinco coches apilados sobre su estructura. La escultura pesa en total 11.340 kilos y fue diseñada por el arquitecto Marcus Bowcott hace muy poco tiempo, ya que se inauguró en abril de 2015.
Por la noche, los faros y las luces de los vehículos son iluminados por baterías con energía solar. La escultura pretende representar los 150 años de historia del lugar, que ha sido, consecutivamente, un bosque de cedros centenarios, un aserradero y un emplazamiento de industria pesada.
De la fusión entre los cedros y los automóviles surge este curioso monumento que incluye un BMW serie 700, un Honda Civic, un Volkswagen Golf Mk1 Cabrio y un 1981 Pontiac Trans Am en la parte superior.
Long Term Parking
• Coches entre hormigón
Pegadito a Versalles, en la comuna de Jouy-en-Jousas, se puede ver esta construcción diseñada por el artista francés Armand Fernandez. Un enorme bloque de 19,5 metros de alto acoge 59 coches, apilados unos encima de otros y fijados con 18 toneladas de hormigón .
Fue creado en 1982 y claro, con los coches encerrados entre hormigón, se ha convertido casi en un monumento a la nostalgia, ya que todos los modelos son de estética ochentera o setentera. Hay Renault 5, Simca 1100, Fiat 124, Peugeot 204 o Volkswagen K70. Identificar los 59 modelos es todo un reto para los nostálgicos aficionados.
Coches en arco iris
• Esculturas de Betsabée Romero
Las obras de esta artista mexicana no están fijas en ningún concreto, sino que se mueven por distintas exposiciones y museos de los cinco continentes, entre los que incluye con bastante frecuencia España.
Su trabajo se caracteriza por la exploración de los significados ocultos que hay detrás de objetos como el coche o las llantas. Gran parte de sus obras incluyen neumáticos, piezas de automóvil o coches enteros. Con ellos nos habla de la cultura del atropello y el olvido. La elección de coches y ruedas responde a una reflexión sobre la forma en que estos objetos se convierten en cronista de los trayectos del hombre y los transforma.
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