Un mismo coche con dos estilos diferenciados. Es lo que propone DS con los nuevos DS 4 y DS 4 Crossback, un familiar compacto y su variante de estética todotereno, que llegarán a España en noviembre: desde 22.830 y 24.980 euros.
DS nació como la división de lujo de Citroën, pero en marzo de 2014 se convirtió en marca independiente. Tras la renovación en primavera del DS 5, su buque insignia, llega ahora la puesta al día del DS 4, que aunque no ha tenido un éxito arrollador, lleva vendidas 120.000 unidades desde 2011. La alternativa francesa al VW Golf y los modelos compactos de prestigio se distingue porque estrena la parrilla con las dos alas de la marca y los nuevos faros DS Led Vision. Además, se puede personalizar con un techo en otro color y diferentes ambientes interiores.
La versión DS 4 Crossback incluye unas protecciones inferiores en el frontal, la base de las puertas y la zaga, que junto a unas suspensiones 30 milímetros más altas, acercan su aspecto a los todoterrenos de su tamaño. El resultado es una imagen más poderosa, aunque supone un sobreprecio de unos 1.300 euros a igualdad de equipamiento.
El DS 4 se vende con tres motores de gasolina de 130, 165 y 210 CV, y con tres HDi turbodiésel de 120, 150 y 180 CV (de 22.830 a 30.780 euros). El Crossback solo se ofrece con los de 130 y 165 CV en gasolina y los de 120 y 180 CV en diésel (de 24.980 a 34.680).
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