Se estima que un coche de gasolina, de tamaño utilitario, puede contener entre 70.000 y 90.000 piezas. Vamos a poner el foco en cuatro de ellas que pueden causar mucho terror. “El elemento que más miedo da un coche son las ruedas”. Esta afirmación, que a primera vista puede parecer exagerada, esconde una realidad aterradora. Una rueda de coche, aparentemente inofensiva cuando está fijada al vehículo, se convierte en un proyectil mortal cuando se desprende a alta velocidad.
Su peso, que puede variar según el tipo de vehículo, y la fuerza del impacto, son factores que pueden causar lesiones graves o incluso la muerte a cualquier persona que se cruce en su camino. La rueda de coche, como tal, no es un objeto ligero. Cuando están hinchadas, su peso puede oscilar entre los 10 y 25 kilogramos de las de un turismo, y entre los 40 y 80 kilogramos de un camión. Cabe imaginar este peso desplazándose a gran velocidad. No es algo habitual, pero las ruedas pueden desprenderse de su eje.
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Cuando ruedan libremente, después de desprenderse de un vehículo, se convierten en un arma que puede arrasar todo a su paso. Al impactar contra un cuerpo humano, la energía cinética se transforma en una fuerza brutal capaz de causar fracturas, traumatismos internos y, en los casos más graves, la muerte. La velocidad a la que se desplaza una rueda desprendida es un factor crucial en la gravedad de las lesiones.
La seguridad en las carreras
A mayor velocidad, mayor será la energía cinética del proyectil y, por lo tanto, más severo el impacto. Es como si una bala de gran calibre alcanzara a una persona. Las consecuencias pueden ser catastróficas. Los accidentes en las carreras de coches son muy comunes. Cabe recordar que, desde que comenzaron a disputarse competiciones de automovilismo, las ruedas desprendidas de los vehículos de competición han causado muertos entre los asistentes a las carreras.
Para minimizar los riesgos, los vehículos de competición actualmente cuentan con sistemas de seguridad adicionales que impiden, en un principio, que las ruedas se desprendan y giren libremente alcanzando al público. Estos sistemas son una clara demostración de que la seguridad es una prioridad en el mundo del motor, y una lección que se debería aplicar a todos los vehículos.
Prevenir estos accidentes
La prevención de accidentes relacionados con ruedas desprendidas es una responsabilidad que todo conductor debe aceptar. Estos deben asegurarse de que sus vehículos estén en perfectas condiciones, prestando especial atención al estado de los neumáticos, la presión de las ruedas y, por supuesto, repasando habitualmente los aprietes de las tuercas que la sujetan.
Por su parte, las autoridades deben establecer normativas más rigurosas en esta materia y perseguir a los infractores. Cabe recordar que, la multa por circular con una rueda de coche en mal estado o sin el dibujo mínimo legalmente establecido es de 200 euros por cada neumático. La profundidad del dibujo de la banda de rodadura debe ser de al menos 1,6 milímetros.
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