El Ferrari F12tdf es la madre de todos los Berlinetta

Era un secreto a voces, solo quedaba por ver cuando Ferrari sacaba a la luz la versión potenciada de su Berlinetta: y aquí está el F12tdf, que rinde homenaje al Tour de Francia (la carrera de coches, no la de bicicletas).

Hay que mirar esta serie limitada de 799 unidades como el máximo exponente del modelo, ya que incorpora mejoras en todos los ámbitos que importan: motor, aerodinámica, comportamiento y caja de cambios.

Puede que no lo parezca a simple vista, pero la carrocería ha recibido modificaciones. Añade un spoiler 60 mm más largo y 30 mm más alto, suma un nuevo difusor con flaps activos y la anchura de las llantas delanteras pasa de 255 a 275. Todo esto lleva a una eficiencia aerodinámica de 1.6 (casi el doble que el Berlinetta normal) y a una carga de 230 kg a 200 km/h.

Además, pesa 110 kg menos que el original. ¿Cómo? Con el uso intensivo de fibra de carbono tanto en la carrocería como en el habitáculo, y rediseñando algunos de sus elementos mecánicos.

A esto hay que sumarle un aumento de potencia para su motor 6.3 V12, que pasa de los 740 a los 780 CV a 8.500 rpm y un par máximo de 705 Nm, de los cuales el 80% está disponible desde las 2.500 vueltas. La transmisión F1 DCT también experimenta cambios, acortando un 6% las relaciones de marchas, haciendo un 30% más rápidas las subidas y un 40% las bajadas.

El resultado es una aceleración de 0 a 100 en 2,9 segundos y de 0 a 200 en 7,9 segundos, con una velocidad máxima de más de 340 km/h. Además, como referencia dentro de la familia Ferrari, da la vuelta al circuito de Fioriano en 1’21”.

Esto último, lógicamente, no es solo gracias al aumento de potencia. El F12tdf recibe los frenos del LaFerrari, con discos de 398 mm delante y 360 mm detrás); y estrena el Virtual Short Wheelbase, un sistema de eje trasero direccional que reduce el subviraje y aporta mayor rapidez en los cambios de dirección.