Cuatro asociaciones del sector de la distribución de carburantes (Aevecar, AOP, CEEES y UPI) se han reunido con representantes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para solicitar mayor control y vigilancia ante los casos de “fraude masivo” en muchas estaciones de servicio.
Las patronales de gasolineras y distribuidoras han mostrado su preocupación por actividades como el fraude en el IVA o el incumplimiento de la comercialización de biocarburantes. Los operadores al por mayor de productos petrolíferos deben “incorporar estos biocarburantes en el mercado de un modo proporcional a sus ventas o abonar una compensación económica si no alcanzan el objetivo”, detalla el ministerio.
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Estas asociaciones han pedido que se intensifiquen las labores de prevención, control y seguimiento de las prácticas fraudulentas. También solicitan la adopción de nuevas medidas más contundentes y eficaces o mayor rapidez en la capacidad de actuación contra aquellos que cometen el fraude.
Recuerdan, en este sentido, que es “crucial” fortalecer los mecanismos de control, aumentar las sanciones y promover un marco legislativo más estricto que proteja tanto a los consumidores como a los operadores y las estaciones de servicio.
Gasolina barata gracias al fraude
La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) ha denunciado en varias ocasiones la proliferación de una “enorme bolsa de fraude” en el sector de la comercialización de carburantes. La trampa consiste, asegura esta organización, en la venta por debajo de coste de gasolina y gasóleo por parte de determinados operadores al por mayor, que después no liquidan los impuestos correspondientes a estos productos.
“Las gasolineras que adquieren estos combustibles a precios anormalmente bajos son perfectamente conscientes de su papel de colaboradores necesarios en la comisión de un delito”, sostiene la CEEES. Según esta organización, pagan tarifas anormalmente bajas y luego venden los carburantes al consumidor final a un precio muy inferior al que se registra de media en esa zona.
Estas estaciones de servicio, que compran gasolina y diésel a sabiendas de que su proveedor no ingresará después el IVA a las arcas públicas, “ejercen una competencia absolutamente desleal para con aquellas instalaciones que compran a los operadores que sí cumplen las reglas del juego, que son la mayoría”, añade esta patronal.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).