Cambio de tercio. El nuevo Clase B no se parece en casi nada al actual. Sigue siendo un modelo amplio y cómodo pensado para una utilización familiar, pero ahora incorpora un diseño y una conducción más similares a las de los turismos. Ya se vende desde 26.100 euros, un precio superior al de los monovolúmenes compactos equivalentes (Scénic, C4 Picasso, C-Max…) que refleja su mayor calidad de conjunto y la imagen de su marca. La tarifa corresponde a la versión 180 CDi turbodiésel de 109 CV, que es la opción mecánica más asequible.
El cambio de planteamiento se aprecia ya en la carrocería, porque es más larga y baja, y muestra unas proporciones más estilizadas. Ahora mide 4,36 metros, casi 10 centímetros más, pero es otros cinco más bajo. El coeficiente aerodinámico (CX) baja de 0,3 a 0,26 y contribuye a mejorar los consumos y el dinamismo.
El estirón exterior beneficia al interior, que tiene cinco plazas algo más holgadas, pero no al maletero, que se queda en 486 litros (544 antes). La fila trasera corredera (opcional) permite adelantar los asientos de atrás y ampliar la capacidad de carga a 666 litros.
La mecánica transmite también la nueva orientación, con una suspensión trasera multibrazo que mejora el comportamiento, y motores y cambios a la última que ayudan a gastar hasta 0,8 litros menos. La mecánica 1.8 turbodiésel se ofrece en dos versiones, 180 y 200 CDi (109 y 136 CV), que gastan solo 4,4 litros y funcionan de forma más suave y silenciosa que las actuales. Y se ofrecen dos 1.6 turbo de gasolina, con 122 y 156 CV (versiones 180 y 200) y un consumo medio muy meritorio: 5,9 litros (el B 200 actual sube a 6,7 litros). Los cuatro llevan cambio manual de seis marchas y pueden montar una caja automática de siete con doble embrague (similar al DSG de VW).
El Clase B 2011 resalta también por su equipamiento de seguridad, con sistemas avanzados como el control de fatiga del conductor y la frenada automática de emergencia en ciudad.
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