No hay dos sin tres, ni tres sin cuatro ni, por lo visto, cuatro sin cinco: el Gobierno aprobó el pasado viernes la quinta edición del Plan PIVE, el plan de incentivación de compra de vehículos.
En esta ocasión la dotación económica que aportará el Estado será de 175 millones de euros, una cantidad que según estima el ejecutivo servirá para cubrir todo el año 2014 y permitirá realizar 175.000 adquisiciones de automóviles.
Con este movimiento se persigue continuar con el ligero aumento de matriculaciones que se produjo el pasado ejercicio, cuando por primera vez en tres años se experimentó un crecimiento en las ventas (3,3%).
Según Soraya Sáenz de Santamaría, las cuatro ediciones previas han supuesto la ayuda a 365.000 compras, una recaudación fiscal de mil millones de euros y la creación o el mantenimiento de 10.000 puestos de trabajo.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), por su parte estima que esta ayuda servirá para conseguir un aumento de matriculaciones del 10% en 2014, calculando que unas 80.000 compras será pura demanda añadida.
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