Jeep Wrangler: el todoterreno de siempre, mejor que nunca

En septiembre llegará una nueva generación del 4x4 americano más famoso, renovado completamente pero inconfundible. Costará por encima de los 45.000 euros.

Jeep Wrangler

La estética del Wrangler resulta inconfundible a primera vista.

El Willis, primer nombre del vehículo militar que dio origen al Jeep Wrangler, se presentó en 1941 para iniciarse en la II Guerra Mundial y seguir combatiendo en los numerosos conflictos que se desarrollaron posteriormente. Ahora ya se ha podido probar en las montañas austriacas el nuevo Jeep Wrangler JL, séptima generación del histórico modelo (cuarta desde que se denomina Wrangler, en 1987) y que sustituye al anterior JK que apareció en el mercado en 2007.

Para resumir las diferencias con su antecesor, que son muchas, hay que decir que el Jeep Wrangler 2018 ha cambiado chasis, motores, transmisión, ejes, opciones de techo, equipos, acabados y faros, que ahora son de tecnología led. Y todo sin modificar las líneas maestras que identifican al primer vistazo al icónico modelo Jeep.

Dos o cuatro puertas

El nuevo Jeep Wrangler sigue estando disponible en configuración de dos o cuatro puertas ­­–4,33 o 4,88 m de largo respectivamente– y se ofrece en tres diferentes acabados: Sport, Sahara y Rubicon, esta última la más campera. Claramente destinado al ocio y a la aventura, su carrocería puede configurarse a voluntad al ofrecer techos y puertas modulables.

El techo puede ser cerrado y metálico, pero también ofrece la posibilidad de descapotarlo parcial o completamente. La opción Sky One Touch propone una capota de lona de accionamiento eléctrico mientras que la Sunrider, de accionamiento manual, también permite plegar la capota blanda por completo. Además, la capota Freedom Top, rígida y compuesto por tres paneles fácilmente desmontables, permite descubrir también parcial o por completo el Wrangler de carrocería descapotable.

Incluso las puertas pueden retirarse en pocos segundos mediante un solo tornillo que las fija a las bisagras. Y como un auténtico todoterreno, el interior del Wrangler está diseñado para poder ser lavado con agua a presión tras los viajes más aventureros.

La gama de motores se centrará inicialmente en un nuevo bloque de cuatro cilindros, un diésel 2.2 de 200 CV que sustituye al anterior 2.8 y mejora sustancialmente respuestas y consumo. La opción de gasolina en Europa llegará más tarde en forma de un 2.0 Turbo que dispondrá de 272 CV. Ambas están asociadas a un cambio automático de 8 velocidades, nuevo en el Jeep Wrangler aunque ya conocido en el Grand Cherokee.

Los responsables de Jeep anunciaron además la llegada en 2020 de una versión híbrida enchufable, que será la primera motorización de este tipo en la historia del Wrangler.

El Jeep Wrangler es uno de los poquísimos todoterreno auténticos que quedan en el mercado. La estructura de su chasis sigue siendo de largueros y, aunque ha hecho concesiones a la nueva tecnología electrónica como el sistema para descender pendientes pronunciadas, sigue disponiendo de una transmisión tradicional 4×4 Command-Trac desconectable –en 2×4 es propulsión trasera– y una caja de transfer con reductoras para mejorar su capacidad escaladora. Sobre todo en la versión Rubicon, equipada con el sistema Rock-Track y con unas ruedas especiales de 17″ con mayor agarre en campo.

El Jeep más eficaz de la historia

Para decidirse por uno u otro acabado hay que tener en cuenta que el Sport es el más sencillo y será el más asequible en precio (no hay datos oficiales, pero costará por encima de 45.000 euros), mientras que el Sahara está destinado a ser el más lujoso y polivalente para ser usado en carretera. El Rubicon, por su parte, es el más enfocado a la eficacia fuera del asfalto.

Conduciendo por carretera el nuevo Wrangler en su versión Sahara se nota un buen progreso respecto a la generación anterior. Es más ligero, ágil y rápido que su predecesor. Y además su equipo aporta mayor comodidad, mejor climatización y nuevas tecnologías de seguridad y conectividad.

El nuevo motor diésel es más discreto en cuanto a ruido y vibraciones, además de más parco en consumo ya que puede estabilizarse en carretera alrededor de los 8 l/100 km (homologa  7,4 l/100 km). Por lo demás, una completa instrumentación (analógica y digital) y una mejora general de los materiales dotan de mayor prestancia al interior del Wrangler.

En campo, el Rubicon demuestra seguir siendo unos de los mejores vehículos para afrontar terrenos abruptos. Por sus ángulos de ataque y salida, altura libre al suelo y profundidad de vadeo, es capaz de aventurarse donde muy pocos vehículos llegarían.

Con la posibilidad de bloquear el diferencial central (50:50) y los diferenciales delantero y trasero mediante el sistema Tru-Lock (además de la desconexión electrónica de la barra estabilizadora delantera para disponer de mayor recorrido de suspensión), el Wrangler alcanza ahora su mayor eficacia escaladora según los ingenieros de la marca.

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