El Mini Countryman mide ahora 4,29 metros de longitud, 20 centímetros más que el modelo actual, y ofrece una cabina y un maletero mucho más amplios. Puede acomodar a adultos de 1,90 metros uno delante del otro, y la zona de carga crece hasta 450 litros, 100 más que antes. Y estas nuevas características potencian su utilidad como coche familiar y le permiten competir sin carencias frente a los todoterrenos compactos de referencia, como los Nissan Qashqai y Seat Ateca y Peugeot 3008.
Sin embargo, su planteamiento de modelo de diseño lo alinea con propuestas similares como el Fiat 500 X, mientras que sus precios elevados (desde 27.800 euros) y calidad de conjunto lo emparejan con SUV de corte exclusivo como los Audi Q3 y BMW X1, este último con el que comparte mecánica. Las primeras entregas se realizarán en España a finales de febrero.
Además, el portón trasero puede ser eléctrico e incluso «manos libres»; se acciona deslizando el pie por debajo del paragolpes. Como detalle original se propone el Picnic Bench (150 euros), un cojín que se despliega desde la base del maletero y permite que dos personas se sienten en el borde de carga cuando el coche está detenido.
El diseño se beneficia también del aumento de tamaño, porque el segundo Mini Countryman tiene mayor empaque y presencia. Y parece mayor de lo que es, aunque también resulta un poco más «mazacote» que el Mini Countryman saliente. Solo es cuatro centímetros más largo que un Mini Clubman, por ejemplo, aunque su mayor anchura y altura empequeñecen a su pariente ranchera al colocarlos juntos. Y, como todos los Mini, puede decorarse a la carta.
La mecánica procede del BMW X1, que a su vez deriva del monovolumen Serie 2, pero la puesta a punto es diferente y la conducción mantiene este tacto consistente y esos andares ágiles (dirección rápida, suspensión firme), que diferencian a los Mini de otros modelos, y que hace que estos coches británicos con ingeniería alemana antepongan el dinamismo al confort. Recibe además las últimas versiones de los motores de su matriz alemana, como los diésel de 150 y 190 CV.
Toda la gama puede llevar tracción 4×4, que se denomina All4, y un cambio automático de ocho velocidades que resulta más rápido y eficiente que el de seis que se ofrecía hasta ahora. Al final del artículo hay una lista con todas las versiones disponibles.
Otra novedad técnica es la variante híbrida enchufable S E All4, que puede recorrer hasta 40 kilómetros en modo eléctrico, consumir 2,1 litros en los primeros 100 kilómetros recorridos y rendir 224 CV en total (es el mismo conjunto del BMW 225xe). En función de la potencia del enchufe, se recarga en 2h 15m (16 amperios) o en 3h 15m (10 amperios). Esta variante debería llegar a España en mayo, al igual que el Countryman JCW, la versión más deportiva, que ofrece 231 CV. Ambas vienen de origen con tracción 4×4. Todavía no se conoce el precio de ninguna de las dos.
Por lo demás, el equipamiento de serie resulta correcto, y aunque no viene con ningún elemento especial, tampoco presenta faltas reseñables: cuenta con seis airbags y control de estabilidad, llantas de aleación, climatizador, Bluetooth para el móvil, cuatro elevalunas eléctricos, sensor de lluvia y luces, equipo de música y volante de cuero multifuncional. Y como estreno, la pantalla central es ahora táctil.
Pagando aparte, se puede equipar al nuevo modelo con suspensión electrónica, sistema HUD de información en el parabrisas, navegador y varios tipos de tapicerías de cuero.
De cierre, Mini ha confirmado que no volverá a fabricar la variante Paceman, o SUV de tres puertas.
PRECIOS
· Cooper: 27.800 euros (136 CV/5,5 litros)
· Cooper D: 30.000 euros (150 CV/4,3 litros)
· Cooper SD Autom.: 35.400 euros (190 CV/4,6 litros)
· Cooper S: 31.500 euros (192 CV/6,2 litros)
Las variantes All4 o 4×4 tienen un sobreprecio de unos 2.200 euros e implican un aumento de consumo de 0,5 litros, aproximadamente.
El cambio automático de ocho marchas, por su parte, cuesta 1.800 euros, de tarifa media.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram