Michael Delaney es el personaje protagonista que Steve McQueen interpretó en 1971 en ‘Le Mans’, una película que buscaba transmitir a la gran pantalla toda la grandeza de las legendarias 24 horas de resistencia que cada año se celebra en este circuito francés. El actor estadounidense daba vida a un piloto que se ponía al volante de un Porsche 917 decorado con los famosos colores de la petrolera Gulf, una combinación de azul hielo y naranja tan inconfundible como admirada por los aficionados al automovilismo y los deportivos.
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Todos estos argumentos son, precisamente, los que ha utilizado ahora Mini para lanzar una serie especial de su utilitario que se identifica con el apellido del protagonista de la película. Pero más allá de eso, la misma decoración se aplica a las 350 unidades de la carrocería de tres puertas que se han fabricado para todo el mundo, 35 de las cuales (con las numeraciones entre la 316 y la 350) se han destinado al mercado español.
Se trata de un coche rebosante de personalidad y carácter, con detalles diferenciadores que aportan un valor añadido a una pintura ya en sí misma llamativa. Varios elementos derivan de las versiones John Cooper Works, como es el caso del alerón posterior o las llantas de 18 pulgadas, que resaltan junto a dos placas con la numeración de cada unidad: una exterior en las puertas y otra en una moldura interior en el salpicadero.
La exclusividad del Delaney se refuerza con un equipamiento específico que incluye elementos del estilo de la cámara de marcha atrás, el control de distancia de aparcamiento trasero, el control de crucero con función de frenado, el climatizador, el sistema de navegación Mini, los faros LED adaptativos, el volante multifunción, los asientos delanteros deportivos, el sensor de lluvia…
La mecánica no presenta variaciones respecto a las versiones del Mini S ya conocidas, recurriendo así a un motor de gasolina, de dos litros de cubicaje, alimentado por inyección y turbo para alcanzar una potencia de 192 CV. Está disponible con caja manual, a un precio de 42.500 euros, o con cambio automático de doble embrague, en cuyo caso asciende hasta los 44.700 euros.
Esta serie especial sirve para cerrar el que ha sido un ejercicio positivo para Mini en España, que la marca espera acabar con 13.000 unidades vendidas y un crecimiento del 5%. Mención aparte merece la aceptación, en un nuevo contexto de movilidad urbana, de la variante PHEV del Countryman, que llegará a las 800 matriculaciones.
Todo ello en vísperas de un aniversario tan especial para la empresa como es su 60º aniversario, que traerá hitos tan importantes como ediciones especiales conmemorativas de esta efeméride, las nuevas versiones John Cooper Works, la siguiente generación del Clubman y, sobre todo, el primer Mini completamente eléctrico que comenzará a producirse a partir de noviembre de 2019.
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