La ley que permite llevar un gorila en el asiento del copiloto

Singapur prohibió en 1992 la importación, fabricación y venta de chicles, y por tanto su consumo. A las consecuencias principales (calles más limpias y un debate internacional sobre la falta de libertades), se sumó otra que todavía se mantiene: esa norma aparece casi siempre citada en las listas de las prohibiciones más curiosas del mundo, en artículos tan habituales como los listados de normas de tráfico absurdas.

En internet se repite con insistencia la idea: algunos códigos de circulación mantienen en vigor leyes anacrónicas y extravagantes, tan sorprendentes que son imposibles. La gran mayoría son falsas. Simplemente nacieron como leyenda urbana y así siguen transmitiéndose. 

Mujeres en bañador en Kentucky 

Se escribe habitualmente que en Kentucky (EE UU) hay una ley que permite expresamente a las mujeres conducir en bañador, siempre y cuando viajen acompañadas por dos policías o lleven un objeto de defensa personal. Pero nunca existió esa norma, o al menos no exactamente.

Sí se aprobó un decreto, a principios del siglo pasado y en vigor durante muchos años (KRS 436.140, sobre “ofensas contra la moralidad”) que decía lo siguiente: “Ninguna mujer aparecerá con un traje de baño en ninguna autopista dentro de este Estado a menos que esté escoltada por oficiales de policía o a menos que esté armada con un palo”. Pero la ley no dice nada de ponerse al volante.

Tiempo después fue modificada con este anexo: “Las disposiciones de este decreto no se aplicarán a mujeres que pesan menos de 90 libras [unos 40 kilos], ni excedan de 200 libras [unos 90 kilos], ni tampoco se aplicarán a las yeguas”.

La chaladura legal, de cualquier modo, no justifica que esta norma aparezca en las listas de leyes de tráfico más curiosas. Aparte de que no menciona los coches en ningún párrafo, el Gobierno de Kentucky derogó el decreto en 1974.

Caza de ballenas desde el coche

Otra leyenda urbana que circula habitualmente por internet: en Tennessee no se pueden cazar animales silvestres desde un coche, salvo ballenas. La ley es tan absurda como falsa.

La legislación de este Estado (Título 70, Capítulo 4, Parte 1) menciona expresamente la prohibición de cazar o matar animales salvajes “desde cualquier embarcación propulsada por energía eléctrica, gasolina, vapor o vela, avión o hidroavión o de cualquier automóvil o vehículo de motor, salvo disposición en contrario por ley”, pero no habla de ballenas. El Estado de Tennessee ni siquiera tiene costa.  

Los gorilas, en el asiento del pasajero

Otra supuesta ley de Estados Unidos, en esta ocasión de Massachussets (aunque a veces también se cita Minesotta) habla de grandes simios y es una de las más ocurrentes. A saber: allí está permitido viajar con un gorila en el coche siempre y cuando vaya en el asiento del pasajero. Y tal cual se repite Internet, en bucle y con una broma recurrente: que a nadie se le ocurra llevarlo en los asientos traseros.

La norma sigue apareciendo en los listados a pesar de que el Gobierno de Massachussets desmintió su existencia en 2014. “Se pueden encontrar muchos artículos online que repiten la ley de Massachusetts sobre el gorila en el asiento trasero; sin embargo, ninguno cita el capítulo y la sección de la ley, porque no hay ninguno. La ley del gorila es, desafortunadamente, un mito urbano. No estamos muy seguros de cuándo ni cómo empezó”, dice el Gobierno local.  

Mirar bajo el coche antes de arrancar

“En Dinamarca nadie puede poner en marcha su vehículo si hay alguien debajo de él”. O también: “En Dinamarca está prohibido arrancar el coche sin antes comprobar si hay alguien debajo”. 

Aunque en el contexto adecuado (una ristra de disparates) la cosa tiene su gracia, no es cierta. Lo dice la lógica y lo corrobora la Policía danesa a través de la embajada de Dinamarca en España: «No existe ninguna ley que recoja semejante obligación».

Orinar sobre la rueda trasera del coche

Internet también habla de Gran Bretaña: “Es legal que un hombre orine en público, siempre y cuando lo haga contra la rueda trasera de su coche y con la mano derecha apoyada sobre este”. Rebuscado y simpático, propio del humor británico, dado por cierto en decenas de listas, pero tan irreal como las normas anteriores.  

La Ley de Orden Público de 1986 determina, de hecho, que una personas es culpable de un delito si “usa palabras o comportamientos amenazantes, abusivos o insultantes, o un comportamiento desordenado”. Y orinar en la calle se considera como tal.