Empezó siendo un prototipo en el Salón de Frankfurt de 2007 para convertirse en una realidad en abril de 2010. Desde su lanzamiento, el Peugeot RCZ se ha convertido en uno de los coupés deportivos de mayor éxito con unas ventas de más de 55.000 unidades (unas 1.150 de ellas en España). Pero la marca del león quiere ir un paso más allá en términos de deportividad y es así como presenta la variante más prestacional del modelo, el RCZ R.
Un R de rácing que le viene como anillo al dedo a un coche que ha sido puesto a punto por Peugeot Sport, el departamento de competición de la marca que se encarga de sus coches de rallys, Le Mans, circuitos y muy pronto también de su regreso al Dakar. Sus ingenieros y sus pilotos probadores saben bien qué exigirle a un coche de carreras, por lo que han trabajado en sintonía con otros departamentos de desarrollo de Peugeot para que esa deportividad se combine con un excelente uso diario, con el consiguiente confort y seguridad, además de una eficiencia encomiable para un coche de su estilo y toda la fiabilidad que exigen los clientes.
Pequeños matices exteriores anticipan que se trata de una versión especial, aunque la gran aportación del RCZ R es su propulsor. Un bloque de cuatro cilindros, de sólo 1,6 litros pero que gracias a la utilización de la turboalimentación y una serie de intervenciones mecánicas alcanza la destacable potencia de 270 CV. Con este rendimiento, su aceleración de 0 a 100 km/h es de sólo 5,9 segundos y tiene la velocidad limitada electrónicamente a 250 km/h. Todo con una eficiencia inimaginable hace no demasiado tiempo en un coche de su talante: 6,3 litros de gasolina por cada cien kilómetros, con unas emisiones de CO2 de 145 g/km.
El resto del conjunto se ha adaptado al planteamiento más deportivo del RCZ R, desde las suspensiones a los frenos, pasando por el cambio de seis relaciones, la dirección o el autoblocante. Así, su comportamiento es realmente satisfactorio en una conducción dinámica y rápida, con reacciones casi de coche de carreras y un aplomo que convence en cualquier circunstancia, no es fácil que el conjunto de descomponga. Eso sí, fuera de tales pretensiones, en una utilización más convencional, esta versión sigue disfrutando de la calidad, confort y equipamientos propios de un modelo tope de gama.
Su precio es de 42.900 euros, se fabricarán un millar de unidades cada año y la marca en España no cree que se vendan en ese mismo periodo más de una veintena. Es decir, también disfrutará de una exclusividad muy atractiva…
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