Cualquier ciudadano que resida en España y que disponga de un automóvil está obligado a contratar un seguro para el mismo, tal y como recoge el artículo primero de la Ley sobre responsabilidad civil y seguro en la circulación de vehículos a motor. Este debe cubrir, como mínimo, los daños que ocasione a terceros, ya sean personas o vehículos.
Antes de adquirir un automóvil se consideran una gran cantidad de variables, además de, claro está, el precio. Con los seguros de automóvil se debe actuar de la misma manera, ya que la póliza más barata puede que no sea la que mejor se adapte a las necesidades y que, por ejemplo, en caso de accidente o avería no cumpla con lo que el consumidor necesita.
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Así, el usuario debe considerar las necesidades específicas para elegir el tipo de cobertura que mejor se adapte a él. Existe un aspecto relevante, y es que las diferencias en la contratación de un seguro son notables si se comparan las distintas zonas geográficas.
Situación geográfica
Un reciente estudio de Prima Seguros (agencia especializada en el sector de la automoción) y Nielsen, líder mundial en medición de audiencias y datos, analiza los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de contratar un seguro de coche.
Y este estudio demuestra que los factores considerados por cada uno de los individuos, cuando se va a contratar un seguro para el automóvil, varían en función de la zona de residencia. Y es que las maneras de vivir y las necesidades de la población española son muy diferentes. No es lo mismo una persona urbanita y soltera que un padre de familia de un área rural.
En las urbes de mayor magnitud, los individuos suelen experimentar riesgos vinculados a robos, accidentes de tráfico y daños al propio vehículo. De esta manera, un 43,3% de los encuestados considera los accidentes de tráfico como el principal factor por el que contratar un seguro de coche. Por su parte, el robo o vandalismo en áreas urbanas motiva el 25,6% de las contrataciones de seguros.
Regiones agrícolas
Si las ciudades cuentan con unos denominadores comunes, el campo también dispone de los suyos. Por eso, en las zonas rurales los riesgos suelen estar más relacionados con el ganado, los animales salvajes, las condiciones climáticas extremas, los incendios forestales y la agricultura. Bajo estas premisas, las pólizas están adaptadas a esas necesidades específicas.
Por ejemplo, Andalucía se sitúa como la principal región de producción agrícola en España. En la comparativa entre zonas geográficas, la contratación de seguros para vehículos todoterreno o de trabajo agrícola representa un 5,7% en el sur de España, lo que supone una diferencia de 4,7 puntos porcentuales si se compara con el noroeste de España (1,0%), donde la producción agrícola es menor en comunidades como Asturias, Galicia o Cantabria.
Tiempos de respuesta
Además, en las zonas rurales, donde la distancia a los talleres de reparación de automóviles, hospitales y agentes de seguros suele ser mayor, la población se enfrenta a desafíos adicionales en términos de tiempos de respuesta y logística. Así, un 16,7% de los encuestados afirma que su póliza debe incluir la asistencia en carretera en áreas rurales.
Para concluir, los usuarios de las zonas agrícolas también destacan la necesidad de estar cubiertos contra la presencia de animales salvajes en carretera. En comunidades como Galicia, Castilla y León o Aragón, la contratación de una cobertura para daños causados por animales salvajes constituye un factor clave (14,3%). Este porcentaje contrasta con las cifras del sur (5,7%) y centro de España (4,3%), donde los daños provocados por animales son mucho menores.
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