El libro Guinness de los récords está lleno de hazañas relacionadas con el mundo de la automoción, desde algunas realmente espectaculares a otras de lo más pintorescas. Por razones obvias, las que implican una gran destreza al volante son las que más interesan y el pasado 12 de junio se consiguió batir un nuevo récord en esta categoría: el derrape más largo.
Hasta la fecha el titulo le correspondía al alemán Harald Muller, que en 2014 consiguió llevar cruzado su Toyota GT86 durante 144,126 kilómetros. Pero ya se ha quedado corto. En una pista circular parcialmente mojada situada en las instalaciones de pruebas de Gerotek, en Sudáfrica, le han superado: 168,502 kilómetros.
El protagonista ha sido en esta ocasión Jesse Adams, aunque el coche elegido ha sido de nuevo el Toyota GT86, un gran candidato por su filosofía, su concepción ligera y sus 200 CV enviados directamente al eje trasero. El tándem estuvo rodando de manera ininterrumpida durante cinco horas y 46 minutos, completando 1.000 vueltas al trazado de 177 metros, con una velocidad media de 29 km/h y un tiempo por vuelta de 21,8 segundos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.