Rolls-Royce Cullinan: lujo y exageración en forma de SUV

Nadie quiere quedarse fuera del universo SUV (tampoco los máximos representantes del superlujo), y con la llegada del Rolls-Royce Cullinan la marca británica debuta a lo grande en este territorio. Literalmente a lo grande: por tamaño desmedido y por lujo. Rolls-Royce aparece en este segmento marcando terreno, con argumentos de sobra para enfrentarse al Bentley Bentayga.

De hecho, este modelo se queda pequeño al lado del Rolls, que muestra unas dimensiones exageradas: 5.431 mm de longitud, 2.164 mm de anchura y 1.835 mm de altura, con un peso que llega hasta los 2.660 kilos. Una auténtica mole que, a pesar de la contundencia de su imagen, también transmite aplomo y elegancia. Esto se debe a un diseño que apuesta por la horizontalidad, por las líneas y las superficies limpias y que, dentro de su silueta cuadrada, redondea los vértices para lucir una estética bastante amigable. Es fácil mirarlo y reconocerlo como uno más de la familia.

Y, como miembro de la estirpe británica, el lujo y la calidad de los materiales se dan por sentados. La tapicería es de cuero, las molduras van desde la madera al aluminio, los asientos tienen funciones de ventilación, calefacción y masaje, el cuadro de instrumentos es completamente digital, la consola central se pliega si el coche está apagado, la suspensión se rebaja en 40 mm si se acerca alguien para que sea más fácil subir…

Y eso sin haber llegado todavía a los asientos traseros que, bien sean tres o dos (en formato de butaca independiente), gozan de un enorme espacio para las piernas gracias a los 3.295 mm de distancia entre ejes. Es más, para aprovechar al máximo el espacio disponible, por primera vez en la marca son abatibles, pudiendo ampliar de 600 a 1.930 litros la capacidad del maletero. Este, por cierto, puede incluir un baúl para almacenar lo que se quiera o incluso un extra formado por dos sillas encaradas hacia la zaga del vehículo.

Hasta ahí todo lo que se podía esperar del Rolls-Royce Cullinan, pero es que además apunta a tener una aptitud campera bastante interesante. La marca se jacta con orgullo de su capacidad de vadeo de más de medio metro, un dato ilustrativo de que el SUV no está pensado solo para circular por asfalto. Su motor 6,75 V12 de 570 CV y 850 Nm de par rinde tan bien en la carretera como fuera de pista (el par máximo está disponible desde las 1.600 rpm) y la tracción integral a las cuatro ruedas con modo off-road garantiza que los problemas en terrenos difíciles sean mínimos.