El mercado europeo es, desde hace bastante tiempo, un mercado diésel pero parece que la tendencia está cambiando. Según apunta la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), durante la primera mitad del año 2017 se han vendido más motores de gasolina que de gasóleo. Y esto no ocurría desde 2009.
Los propulsores de gasolina han aumentado sus ventas un 10% hasta hacerse con el 48,5% de la cuota de mercado, mientras que los diésel han caído un 4% hasta situarse en el 46,3%. El 5,2% de las ventas restante corresponde a los denominados ‘vehículos alternativos’, que, aunque su penetración parezca reducida, muestran el comienzo de un nuevo camino ya que ha supuesto un aumento de su demanda de más del 35%.
Ahora bien, ¿qué implica esto? Todo apunta a que el mercado está ante el principio del fin para el diésel, algo que es consecuencia directa de varios factores, entre los que se pueden identificar claramente algunos.
El primero es el llamado escándalo del diésel, o Dieselgate: el trucaje de los resultados de emisiones de gases contaminantes, que afecta a numerosas marcas, ha supuesto un duro varapalo en la confianza del público en los motores de gasóleo. El segundo, motivado por los altos niveles de contaminación, son las medidas anunciadas por algunos países y ciudades de restringir el tráfico sobre todo a vehículos de este tipo.
Erik Jonnaert, Secretario General de ACEA, apunta que el futuro a medio plazo pasará por los híbridos y eléctricos, pero que hasta entonces tanto gasolina como diésel seguirán teniendo un papel importante: “Las mecánicas alternativas sin duda jugarán un papel cada vez mayor en el transporte y todos los fabricantes europeos están invirtiendo fuerte en ellos, pero se necesita hacer algo para animar a los consumidores a comprar este tipo de vehículos”.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.