Emprender no es fácil. Hay que tener una idea brillante, conseguir inversión y poner en marcha todo el proyecto, y esperar a que, lentamente, la nueva empresa dé beneficios. Lo normal es que tarde en lograrlos, sobre todo si no se cuida la contabilidad.
La compañía de coches eléctricos Canoo ha tenido ciertos problemas con el control de sus gastos. De hecho, tras revisar la publicación del balance de 2023, donde se reflejan los beneficios y las salidas de dinero, la web de noticias tecnológicas y emprendimiento TechCrunch ha detectado una gran anomalía.
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Según lo declarado, Canoo gastó casi el doble de lo que ganó el año pasado. Este tipo de balance es peligroso para una empresa en desarrollo, ya que los inversores pueden perder confianza en el proyecto y retirar la financiación.
Pese a su buena trayectoria, la razón por la que se han disparado sus gastos puede acabar acarreando problemas a la compañía. Y es que como ha descubierto ese mismo medio, el pago de un avión privado ha sobrepasado el importe de los beneficios ganados.
Casi dos millones en un avión privado
Mientras que en 2022 Canoo obtuvo cero dólares de beneficios, el 2023 consiguió cerrarlo con 886.000 dólares (unos 830.300 euros, a cambio actual).
Sin embargo, durante el ejercicio pasado, esta compañía tecnológica dedicada a los coches eléctricos gastó casi 1,6 millones de euros en el pago anual de un avión privado a Aquila Family Ventures, que es propiedad de su mismo director general. Esta cifra duplica los beneficios obtenidos. Además, el balance final y total del año arroja un resultado de 302,6 millones de pérdidas en 2023.
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Está claro que emprender no es fácil y menos en un sector tan competitivo como es la electromovilidad, pero la sensatez a la hora de llevar las cuentas es tan importante como el producto que se vende.
El sector del mercado en el que se mueve esta empresa ha sido difícil para muchas otras empresas, que han acabado quebrando. Por el momento, Canoo está intentando aumentar su producción de coches eléctricos comerciales, al mismo tiempo que mantiene operativos algunos grandes proyectos con la NASA o el servicio de correos estadounidense.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.