10.905 euros. Por este precio, el Suzuki Baleno 2016, el nuevo utilitario de la marca, permite acceder a un automóvil de corte sencillo pero con ingeniería moderna, buenas dosis de espacio, consumos reducidos y los equipamientos que se esperan en un modelo del siglo XXI. Y tampoco renuncia a un diseño con cierto atractivo. Es uno de esos coches que se centra en los aspectos funcionales y deja un poco de lado los emocionales, pero causa buena impresión al conducirlo y sobresale por ofrecer una relación casi imbatible entre lo que da y lo que cuesta.
Con una longitud de cuatro metros, el Suzuki Baleno llega como alternativa a otros utilitarios de planteamiento económico como los Nissan Micra, Kia Rio e, incluso, el Skoda Fabia en sus versiones más asequibles. En cambio, el Dacia Sandero, referencia entre los modelos de bajo coste, se sitúa claramente por debajo, tanto por precio como por diseño y calidad, mientras que el Seat Ibiza, por ejemplo, líder de ventas, está por encima.
La racionalidad que impuso la crisis ha llevado a que los utilitarios se convirtieran en el tipo de coche más demandado en España, superando a los familiares compactos (León, 308, Mégane, Golf) que, históricamente, han ocupado la primera posición. Y varios fabricantes están ampliando su oferta con nuevas carrocerías e incluso dos modelos, para proponer opciones más cuidadas y también más asequibles, con el objetivo de ampliar el abanico de clientes potenciales. Suzuki ya cuenta en su gama con el Swift, añade ahora el Baleno, y con los dos en su catálogo aspira a ganar ventas.
El nuevo Suzuki Baleno tiene carrocería de cinco puertas, un interior de buena habitabilidad para su tamaño y un maletero de 355 litros que es el más grande entre los utilitarios y llega a superar también al de varios familiares compactos. La presentación interior no sorprende, aunque tampoco defrauda, y tanto el salpicadero como los paneles de las puertas son sencillos pero no elementales.
Su planteamiento funcional se aprecia también en la paleta mecánica, porque, por ejemplo, no hay motores diésel disponibles. Sin embargo, recoge propulsores a la última, como un 1.0 turbo de tres cilindros y 111 CV que gasta 4,4 litros de media oficial (denominado Boosterjet), y un 1.2 de 90 CV “semihíbrido”, como lo llama Suzuki, que consigue homologar un consumo muy bajo para un utilitario de gasolina de su potencia: cuatro litros. A diferencia de los híbridos normales, no incluye un motor eléctrico, sino que el propio motor de arranque (que es mayor de lo habitual) es el que aporta el primer impulso para poner el coche en movimiento, y el que recupera energía en las frenadas, entre otras funciones de apoyo, almacenándola después en una pequeña batería de litio. La oferta se completa con la misma mecánica 1.2 de 90 CV, pero sin módulo eléctrico, que declara un consumo de 4,2 l/100 km.
Tras la toma de contacto con la versión semihíbrida (su nombre oficial es SHVS), que ha discurrido mayoritariamente por carretera y autopista, el ordenador indicaba un gasto de 5,3 litros. Aparte de su eficiencia, destaca también por su suavidad, porque todos los mandos se accionan con el mínimo esfuerzo (dirección, pedales, cambio) y, salvo que se suban mucho las revoluciones, el silencio es la nota predominante al circular. El coche rueda con una estabilidad más que correcta y termina por agradar al volante.
Transmite también ligereza, y es que las tres versiones bajan de 1.000 kilos (con conductor a bordo). La clave está en un nuevo chasis o plataforma que, según la marca, aporta más rigidez con menos peso y consigue que el Baleno sea 100 kilos más liviano que el Swift, a pesar de su mayor tamaño (cuatro metros frente a 3,85).
Los equipamientos siguen la misma línea que el resto del coche: ningún elemento resulta revolucionario, pero desde el acabado básico GL la dotación es bastante completa. Viene con control de estabilidad y seis airbags, aire acondicionado, equipo de música, puerto USB y conexión bluetooth para el móvil, volante de cuero con mandos integrados y ordenador de viaje, además de una garantía de cinco años o 100.000 kilómetros. Solo se echan en falta las llantas de aleación, que se incluyen en la siguiente terminación, la GLE. Y la superior GLX cuenta, por su parte, con detalles de cierto nivel como un equipo multimedia con pantalla táctil y conectividad compatible con teléfonos iOS y Android. Este Suzuki Baleno añade también climatizador, cámara posterior de ayuda al aparcamiento, botón de arranque y hasta un radar delantero que controla la distancia de seguridad y alerta al conductor para que frene si detecta riesgo de colisión.
El Suzuki Baleno con motor 1.2 está disponible desde 14.655 euros, pero la marca ofrece 2.000 euros de descuento de lanzamiento, y otros 1.000 si se financia la compra con la casa. Adicionalmente, se pueden descontar los 750 euros del Plan PIVE 8, lo que da como resultado una tarifa final de 10.905 euros (acabado GL). La versión 1.2 SHVS baja de los 17.255 oficiales a 13.505 (GLX), y el 1.0 turbo Boosterjet, de 15.755 a 12.005 (GLE; 13.805 con el GLX).
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