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Más expresivo y consistente por fuera, más desahogado por dentro y con unas suspensiones dignas de ese nombre que resuelven la falta de confort y aplomo de su antecesor y amplían su versatilidad para salir a carretera. Así es el nuevo Smart Fortwo, a la venta en España el 20 de noviembre (desde 11.800 euros, sin promociones ni PIVE). La marca joven de Mercedes completa su gama con el Forfour, que crece en longitud para ofrecer cuatro plazas por 700 euros más.
El Fortwo nació en 1998 como proyecto común de Mercedes y Swatch, que se retiró enseguida. Se han vendido 1,4 millones, la mitad de las previsiones iniciales (200.000 al año), pero su revolucionario diseño le convirtió al instante en el urbanita de referencia. En 2007 se lanzó una evolución que parcheaba sus debilidades y ahora llega un modelo nuevo que ataca a fondo sus carencias.
El nuevo Fortwo mantiene la longitud (2,69 metros), su seña de identidad: permite aparcar en esos huecos libres donde no cabe otro coche. En cambio, es 10 centímetros más ancho y ofrece un interior más amplio que ya no agobia. Esa mayor anchura le da más presencia y se completa con un rostro muy expresivo que incluye una parrilla tipo nido de abeja, faros grandes y modernos, y un parachoques que transmite solidez. El lateral y la zaga reflejan ese aire más robusto y mantiene el motor detrás, debajo de un maletero que gana capacidad (260 litros y 350 hasta el techo) y es suficiente para el día a día y viajes de fin de semana. Y es que otro aspecto muy mejorado es la suspensión, que ahora por fin filtra bien los baches y ofrece un confort y estabilidad muy superiores.
La gama incluye dos motores de Renault con buenas prestaciones para poder viajar, entre otras cosas porque ya no está limitado a 135 km/h. El Fortwo 52 equipa un 1.0 de 71 CV (11.800 euros, 151 km/h y 4,1 litros de media) y el 66 lleva un 0.9 turbo de 90 CV (13.100, 155 km/h y 4,2). Llevan sistema Start&stop y cambio manual de cinco marchas, otra novedad que permite superar la lentitud de la caja automática actual, y ofrecen una conducción suave, precisa y aplomada, aunque les falta algo de elasticidad a bajo régimen y son más ruidosos de lo deseable. La versión diésel desaparece, pero en mayo llegará el Fortwo 45 básico (61 CV) y una nueva transmisión automática de seis marchas (1.000 euros).
Cuatro puertas por 700 euros
De las puertas delanteras hacia delante son el mismo coche, pero el Smart Forfour se estira por el centro para integrar las puertas traseras. Aun así, mide solo 3,49 metros de largo, un tamaño ajustado para aparcar en ciudad: es siete centímetros más corto que un Fiat 500 y 80 más largo que el Fortwo. Y añade dos plazas traseras desahogadas en anchura y espacio para las piernas que amplían su funcionalidad, y un maletero algo menor, con 185 litros (255 cargando hasta el techo y 975 si se pliegan los respaldos). Y mantiene el portón de doble hoja, que permite apoyar bultos de hasta 100 kilos en la base inferior.
El Forfour comparte chasis y mecánica con el nuevo Renault Twingo, pero se viste con un traje de diseño Smart y estilo vanguardista y juvenil. Mantiene el frontal del Fortwo y alarga la célula Tridion de acero especial que va en otro color y protege a los ocupantes. Su longitud y la posición del motor atrás mejoran la agilidad en ciudad y permiten girar 180 grados en solo 8,65 metros, como el anterior Fortwo (el nuevo lo hace en 6,95 metros). Ambos tendrán los mismos motores, pero el Forfour solo se vende con el de 71 CV por 12.500 euros, 700 más; el de 90 CV llegará en enero.
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