Mi casa es una autocaravana (y soy feliz)

“Aire acondicionado, baúl trasero, baño con ducha independiente, alarma, TV de plasma, siete plazas para dormir, detector de gases, extintor, nevera con congelador, horno de gas, doble comedor”. El anuncio no pertenece a un portal inmobiliario, pero podría encajar perfectamente. Se refiere a una autocaravana, un vehículo muy popular en países centroeuropeos y que en España está creciendo con fuerza en los últimos años.

En el primer semestre de 2016, se vendieron 2.150 autocaravanas nuevas en España, mientras que el año pasado se matricularon 2.491 unidades. En 2015, de hecho, el sector creció un 70%, lo que demuestra el interés que despiertan estos vehículos que no sólo sirven para viajar en vacaciones.

Porque son muchos (y distintos) los motivos que llevan a una persona a hacer de las autocaravanas su hogar permanente: libertad, experiencia vital, aventura, necesidad… Y los ejemplos no son escasos.

“No es que pasara de repente, fue un proceso lento […].Simplemente nació algo dentro de mí, una necesidad de cambio, de aires nuevos. No es que estuviera estancado, siempre he ido probando cosas y cambiando de sitio. Pero necesitaba una ruptura en mi vida”, relata Roger en su blog Vivir en una autocaravana. Con 26 años y trabajo estable en Madrid, un día decidió romper con aquella vida gris y acomodada. La solución: comprarse una autocaravana de segunda mano y recorrer España.

La autocaravana de Alfonso Arenas, en Tarifa.

Algo similar le ocurrió hace cuatro años a Alfonso Arenas, quien cambió el domicilio familiar de Sevilla por una pequeña autocaravana Mercedes Benz en Tarifa. Alfonso abandonó la carrera de Derecho y un trabajo en una entidad bancaria por el kitesurf y las olas de la costa de Cádiz. Durante tres años, vivió junto a su pareja en un cubículo de pocos metros cuadrados sobre cuatro ruedas. Fue una experiencia muy positiva en la que aprendió a conocerse mejor a sí mismo y a valorar sus metas personales.

“Dejamos la caravana porque nuestra vida se había simplificado tanto que te das cuenta de que vivir se limita a eso: respirar, comer y ganar algo de dinero para seguir respirando y seguir comiendo. Cuando entras en esa dinámica en la que estábamos, todo lo demás deja de tener sentido. Te sientes más cómodo cuanto menos tienes, y pillas muchísimo miedo al más mínimo gasto extra que tengas. Y eso es peligroso. Tu vida en general se reduce a 400 euros, que era lo que nos gastábamos entre los dos, sobre todo en gasolina y llenar el frigorífico”, explica Alfonso, quien hoy dirige una escuela de kitesurf en Tarifa.

Los precios de estos vehículos oscilan entre los 49.000 y los 65.000 euros, si son nuevos. Si son de segunda mano, la inversión baja a entre 20.000 y 40.000 euros. Pero los hay mucho más baratos: por menos de 8.000 euros se puede conseguir una autocaravana decente. Las placas solares son imprescindibles para generar energía y así cargar las baterías y conectar los electrodomésticos.

La autocaravana de Fleur y Fernando.

“Quiero dar a mis hijos una vida feliz y llena de emociones y aventuras, no quiero caer en la rutina y el aburrimiento […]. Me siento muy en contacto con la naturaleza y por esa razón quiero dar la vuelta al mundo en autocaravana, para conocer lo que ha destruido el hombre con sus edificaciones, pero sobre todo las maravillas que nos ofrece nuestro planeta con sus paisajes”, escribe Fleur en su blog Viviendo nuestra vida. Junto a Fernando, su marido, sus tres hijas (y un bebé que está a punto de nacer), la intención de esta familia de Mijas (Málaga) es recorrer el mundo en su autocaravana.

Lo mismo han hecho Ana y Martín, quienes con sus hijos Gemma y Mateo se han embarcado desde hace algunos años en un viaje alrededor del planeta, que relatan en su web Road4World. Al volante de su autocaravana, estos aventureros quieren visitar 75 países, entrevistar a más de 65 personas y visitar cerca de 100 proyectos que están transformando el mundo.

Kilian Jornet.

Entre 2004 y 2007, el tenista Dustin Brown recorrió Europa en una autocaravana de torneo en torneo. Tenía cocina, baño y tres habitaciones. Como el corredor de ultratrails Kilian Jornet, que durante meses vive en su autocaravana Mercedes Marco Polo. “Me ofrece la oportunidad de despertarme cada día en un lugar diferente y en medio de la naturaleza. Siempre he estado acostumbrado a vivir con muy pocas cosas y en espacios pequeños. Por eso, vivir en una autocaravana no me supuso ningún inconveniente, sino todo lo contrario”, admite.

Como resume Alfonso Arenas, lo mejor de esta opción es que “te das cuenta de que estamos rodeados de la presión por el dinero”. “Desaparece por completo el consumismo, que pasa a un quinto plano de tu vida”, concluye.