Dar el salto de un coche de combustión a un coche eléctrico genera múltiples dudas en los conductores. Un vehículo de baterías tiene procesos que difieren mucho de un gasolina o diésel, siendo uno de los principales es el hecho de que se recarga en de vez de repostar. Eso lleva a una pregunta recurrente: ¿cuánto cuesta recargar un coche eléctrico?
Parece una pregunta sencilla, pero la respuesta es compleja, pues depende de distintos factores.
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El primero de ellos es que un coche eléctrico se puede recargar tanto en un punto de carga doméstico, que es el que se encuentra en hogares y lugares de trabajo, como uno de carga pública.
Cada uno tiene unas determinadas características, pero básicamente uno doméstico es más lento pero barato, mientras que uno público tiene una velocidad de carga mucho mayor, pero también un precio más elevado.
Carga en coche en casa
La opción más asequible, pero en la que hay que tener en cuenta ciertos aspectos.
El primero es que hay que instalar un cargador doméstico, algo para lo que existen ayudas estatales (Plan MOVES) y que suele implicar el desembolso de unos 500 euros. Además, hay que tener en cuenta si la carga es monofásica (más lenta) o trifásica (más rápida).
Lo habitual cuando se instala un Wallbox es que sea del segundo tipo y que ofrezca potencias de recarga de hasta 11 kW.
Lo siguiente es tener saber que hay varios de tarifas eléctricas para un domicilio:
- Tarifa única: el coste de la luz es el mismo durante todo el día, lo que hace que en horas pico se ahorre un poco, pero que no se pueda sacar todo el partido a las horas valle
- Tarifa de discriminación horaria: establece precios distintos entre las horas pico y las horas valle, por lo que es especialmente interesante si se va a recarga el coche por las noches
- Tarifa para coches eléctricos: algunas empresas ya ofrecen tarifas específicas, pensadas para los modelos a baterías, que permiten negociar el precio eligiendo el tramo horario en el que se tiene pensado cargar el coche
Con todo esto en mente, el coste de recargar un coche eléctrico en casa depende del precio del kWh que exista en cada momento, así como de la capacidad de batería que tenga el vehículo y de su consumo.
El coste del kWh puede oscilar entre los cuatro o seis céntimos de euro, hasta los 25 céntimos. Esto hace que la horquilla de precios sea bastante amplia. Se suele calcular el precio para recorrer 100 kilómetros utilizando un consumo promedio de entre 17 y 20 kWh/km, una media en la que se sitúan muchos coches.
Así, para recorrer 100 kilómetros el coste puede ir desde menos de un euro hasta superar los 4 euros. Calculando para una batería de 70 kWh, que empieza a ser el estándar para los eléctricos más capaces, podría rondar los 14 euros.
Cargar el coche fuera de casa
Carga un coche eléctrico fuera de casa es un mundo, puesto que hay multitud de operadoras con puntos de recarga de distintos tipos que operan con distintas potencias y tienen tarifas muy diferentes. A lo que se suma el hecho de que algunas demandan tener una suscripción pagada y otras no.
En términos generales pasa como en el hogar: cuando mayor potencia (y velocidad de recarga), más caro resulta.
Los cargadores más habituales son los lentos, que operan a 22 kW (el doble que en el hogar), pero la red cada vez tiene más puesto medios, con 50 kW, y también se está ampliando el número de puntos rápidos, que funcionan a 150 kW o más.
El precio suele rondar los 40 o 45 céntimos por kWh en el caso de los más lentos, pero alcanzan e incluso superan los 70 céntimos en los más rápidos. De esta manera, para una batería de 70 kWh de capacidad, como comentábamos antes, el precio puede ir de los 31 a los 50 euros.
Eso sí, las tarifas cambian de manera constante, así que utilizar un comparador para buscar el punto más asequible en cada momento puede ser un buen plan.
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