Los puntos de carga también se piratean: estos son los riesgos para los conductores

Los avances de la tecnología mejoran el mundo de la automoción, pero también plantean nuevos riesgos y peligros en ciberseguridad.

coches eléctricos
Un punto de recarga de coches eléctricos.

De los robos más tradicionales a los pirateos de las llaves inteligentes o del sistema de infoentretenimiento del coche, los delincuentes han ido avanzando conforme lo ha hecho la tecnología en el mundo de la automoción. Ahora, los ciberpiratas han empezado a dirigir su atención a los puntos de recarga para vehículos electrificados.

Estos expertos pueden abrir y entrar en el sistema de los coches con pequeñas herramientas y replicadores de ondas con diferentes objetivos, desde robar el vehículo hasta sustraer información personal. Las facilidades de conexión del propio smartphone con el coche o la posibilidad de crear perfiles personalizados dentro del sistema del vehículo facilitan que estos ciberdelincuentes puedan echarles el guante a los datos personales.

Por si esto no fuera poco, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha avisado que los puntos de recarga para coches eléctricos pueden ser también objeto de ciberataques, lo que pondría en peligro a los conductores que usan los cargadores de acceso público.

El aumento del número de puntos de recarga es necesario para que el mercado electrificado supere las dificultades a las que se enfrenta, pero los usuarios tienen que contar con que pueden exponerse a un peligro más recargando el coche fuera de casa.

Así entran los ciberpiratas a los puntos de recarga

El INCIBE ha confirmado que los puntos de carga para coches eléctricos son un punto de entrada para que los ciberdelincuentes puedan infectar a los vehículos con virus informáticos de diferentes tipos. El objetivo principal sería conseguir la información personal del conductor entrando en el sistema del coche.

Carga coche eléctrico

Los sistemas para infectar el punto de recarga son principalmente dos. El primero es utilizar los puertos USB que tienen instalados los cargadores para introducir el virus. El segundo, atacarlos a través de la red, ya que estos dispositivos suelen estar conectados a internet para enviar y recibir información.

Los principales riesgos para los usuarios que destaca este instituto es que los virus provoquen un mal funcionamiento del coche eléctrico y que los ciberdelincuentes consigan robar información personal como el carnet de conducir o incluso los datos de la cuenta bancaria. Otros objetivos pueden ser clonar las tarjetas con las que se pague la recarga o, en general, atacar el sistema de pago del servicio de carga.

Cómo proteger el coche de ciberataques

Los proveedores de los puntos de recarga son los que tendrían que implementar medidas de seguridad para, uno, limitar las posibilidades de que los cargadores acaben siendo pirateados y, dos, detectar los intentos de manipulación en las instalaciones.

Sin embargo, los conductores también pueden poner de su parte llevando al día el mantenimiento de los sistemas informáticos del vehículo para que esté constantemente actualizado, ya que esto ayudará a frenar los ciberataques externos en la medida de lo posible.

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