Si alguien dudaba de que el Salón del Automóvil de Fránfcort 2017 iba a ser el salón de los eléctricos, ya no puede hacerlo más. Las marcas se han volcado con esta tendencia y la apuesta de Mercedes, que juega en casa, es el EQA Concept, un compacto eléctrico que estará en el mercado antes de 2022 (el fabricante planea diez lanzamientos de estas características previos a esa fecha).
Por suerte para el consumidor, los tiempos en los que se consideraba que los eléctricos tenían que tener estéticas peculiares han quedado atrás, y las firmas han optado por mostrar diseños futuristas pero que supongan una evolución respecto a sus líneas habituales. En el caso del EQA esto se traduce en unas formas suaves y redondeadas que ofrecen una aerodinámica cuidada y, gracias a la caída del techo y los pasos de rueda, una imagen bastante dinámica. Sus compactas dimensiones (4.285 x 1.810 x 1.428 mm) refuerzan todavía más esa sensación.
Eliminado el motor de combustión, la parrilla tradicional y las entradas de aire para refrigerarlo son innecesarias, por lo que se han reemplazado por una superficie retroiluminada que puede variar su color Además, las tiras de LED presentes en la parte inferior de ambos paragolpes y en los faldones le añaden vistosidad.
Su mecánica, 100% eléctrica, está formada por dos motores, uno acoplado a cada eje, lo que le proporciona tracción integral. Su potencia conjunta es de 272 CV o, lo que es lo mismo, de 200 KW. También entregan un par máximo de 500 Nm, con lo que acelera de 0 a 100 km/h en menos de cinco segundos. Se alimentan gracias a unas baterías de litio de 60 kWh, por lo que su autonomía es de 400 kilómetros reales. Se puede recargar tanto en un wallbox, como por inducción o en un puesto de carga rápida, consiguiendo un alcance extra de 100 kilómetros en solo 10 minutos.
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