La bancarrota acabó con Saab, pero en 2012 National Electric Vehicle Sweden (que el nombre no engañe, es una compañía china), conocida como NEVS, adquirió sus restos con el objetivo de devolverla a la vida. Tras tantos años de espera parecía que la intención había caído en saco roto, pero la marca ha sorprendido con la presentación de los dos vehículos eléctricos que han derivado de ese proyecto: el 9-3, una berlina; y el 9-3X, un todocamino.
La mala noticia es que se destinarán solo a China, así que nada de volver a ver, aunque sea en forma de heredero lejano, a un Saab moderno en Europa. El segundo inconveniente es que ni siquiera se podrán adquirir por particulares, puesto que ambos modelos se emplearán de manera exclusiva para un servicio de coche compartido que se pondrá en marcha en Tianjin, una ciudad china que con 15 millones de habitantes es la cuarta más poblada del país.
La compañía busca crear una experiencia de alta tecnología con sus vehículos, contando todos ellos con punto generador de Wi-Fi, actualizaciones remotas del software, la posibilidad de administrar la batería restante desde el móvil (tendrá 300 kilómetros de autonomía) y un potente sistema de filtrado de aire, algo indispensable teniendo en cuenta los niveles de contaminación que hay en aquel país.
El Presidente de NEVS, Mattias Bergman, afirma que: “Estamos emocionados con esta gran oportunidad de crear soluciones de movilidad inteligentes y sostenibles en una ciudad como Tianjin, y de desarrollarlas a escala real, con personas de verdad en situaciones de la vida cotidiana”. Parece que cuentan con apoyo puesto que, con la fecha de lanzamiento prevista en 2018, cuentan con 150.000 pedidos de diversas compañías.
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