El Volkswagen ID.3 inauguró la nueva generación de automóviles completamente eléctricos de la marca. Una saga que se inició con su lanzamiento en 2020 (desde entonces se han vendido 261.000 unidades en todo el mundo) y que no ha dejado de crecer con otros modelos, incluyendo la completa puesta al día de este compacto que ya se encuentra a la venta.
Volkswagen asegura que se trata de una transformación significativa que atiende a sugerencias que los clientes e incluso la prensa especializada realizó sobre la primera versión. Apuntan a que el uso de determinados materiales reciclados estaba poco implementado en el momento del lanzamiento del ID.3 y resultó chocante para algunos usuarios.
Por eso, la principal aportación de esta evolución apunta a los acabados interiores, con el objetivo de ofrecer una mayor sensación de calidad. Lo esencial es que las superficies del habitáculo son más suaves y acolchadas (aunque mantiene su origen reciclado en el 70%) y lo mismo se puede aplicar a las molduras de las puertas. Con todo, el ID.3 se muestra menos plasticoso, con una percepción mucho más próxima a la que es habitual en los modelos de la Volkswagen.
La tecnología también experimenta un paso adelante en el nuevo compacto eléctrico de la marca alemana. En el salpicadero destaca una pantalla central de 12 pulgadas que sustituye a la de 10 anterior, mientras que, según el equipamiento, se puede acceder a la proyección de información en el parabrisas con realidad aumentada. No faltan un asistente de aparcamiento, otro de viaje, control por voz de diferentes funciones y un planificador de rutas específico para vehículos eléctricos.
También cambia por fuera
Volkswagen ha optado, igualmente, por darle un ligero repaso a la carrocería del ID.3, que no varía en cuanto a sus dimensiones (4,26 metros de longitud). Pese a ello, se antoja mucho más atractiva y actual, con formas muy dinámicas y mejoras tan evidentes como la supresión de la moldura de plástico negro que coronaba el capó justo por debajo del parabrisas y que no resultaba demasiado agraciada.
El paragolpes también tiene un diseño diferente, con entradas de aire laterales optimizadas y una persiana eléctrica para el radiador en el frontal. El nuevo ID.3 está disponible en siete colores, dos de ellos inéditos hasta ahora en la gama.
En cuanto a las mecánicas, la oferta del ID.3 la conforman dos propuestas diferencias únicamente por su batería y capacidad de carga. Tanto la básica Pro como la superior Pro S utilizan un motor de 150 kW (204 CV), que en el primer caso está alimentado por una batería de 62 kWh, mientras que la segunda recurre a otra que llega a los 82 kWh. De este modo, las autonomías declaradas son, respectivamente, de 428 y 559 kilómetros.
En cuanto a las posibilidades de carga, en el Pro van de los 11 kW en corriente alterna a los 120 kW en corriente continúa; el Pro S también es más convincente en este sentido, ya que conserva la velocidad en alterna pero la eleva a los 170 kW en continúa. Así, en el mejor de los casos, se podría alcanzar el 80% de carga de la pila más grande en apenas media hora.
El precio venta al público, sin ayudas, de Pro es de 42.740 euros, ascendiendo a 48.630 euros el Pro S. En todo caso, con las ayudas del Plan Moves III y la deducción en el IRPF para coches eléctricos, las cantidades se reducen, de forma respectiva, a 31.340 y 37.150 euros.
A todo ello se puede añadir el coste de diferentes paquetes de equipamiento o confort que ofrece Volkswagen, como el del interior oscuro (2.685 euros), el de asistentes a la conducción (1.350 euros), el de mejoras en la carrocería (1.985 euros) o diferentes llantas opciones (desde 585 euros).
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