De estilo americano, era habitual encontrar la palanca integrada en la columna de dirección. No resultaba particularmente cómodo, pero permitía que en los asientos delanteros hubiera sitio para hasta tres personas.
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Años 60
Modelos como el Seat 600 pasaron ya a la configuración habitual, con la palanca de cambios entre las plazas delanteras, aunque con la sencillez de tratarse únicamente de una barra con el pomo en su extremo.
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Años 70
La siguiente evolución pasa por mejorar su ergonomía y aumentar el número de marchas, lo que sirve para jugar más con el motor y obtener una respuesta de este mucho más rápida.
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Años 80
Continúa un cambio paulatino aunque sin muchas novedades. Las principales incorporaciones consisten en materiales más agradables al tacto y una forma que se adapte mejor a la mano.
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Años 90
Durante los 90 se normalizan los cambios de seis relaciones, que desahogan el motor en la marcha más larga.
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El presente
Cada vez son más comunes los cambios automáticos, que resultan más cómodos de usar. Además, algunos tipos concretos, como el DSG de doble embrague, son también muy rápidos.