Las historias de tramos encantados en las que los viajeros que los recorren son testigos de todo tipo de visiones aterradoras son universales y atemporales. Existen desde hace siglos en las tradiciones de los cinco continentes y son todas prácticamente idénticas en lo esencial, probablemente porque –pese a todo– viajar por carreteras solitarias sigue despertando temores atávicos que no conocen de fronteras ni culturas.
Todas tienen en común que suceden de noche y en parajes recónditos lo cual, evidentemente, lleva a pensar que el poder de la sugestión sigue siendo el principal impulsor de este tipo de testimonios. Sea como sea, también nuestro país dispone de un puñado de carreteras encantadas o misteriosas que –aseguran algunos– conviene no recorrer de noche…
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A-472: entre Sevilla y Sanlucar la Mayor (Andalucía)
La llamada Cuesta de las Doblas ocupa un espacio propio en los registros de carreteras malditas españolas. De hecho este tramo de 2,3 kilómetros posee el triste récord de ser el escenario de algunos de los accidentes de tráfico más graves de la historia de España.
Más de un centenar de muertes se han producido en este minúsculo tramo comprendido entre los puntos kilométricos 568 y 570 de la antigua carretera nacional 431 desde su puesta en servicio en 1937. Una curva mal diseñada está detrás de esta sangría de vidas que –como es natural– enseguida dio pie a leyendas de apariciones.
Los testigos se cuentan por docenas y el más común de los testimonios habla de una chica ataviada con una chaqueta roja que aparece haciendo autostop a altas horas de la madrugada con aspecto apresurado justo antes de llegar a la curva en cuestión.
EX-204: entre Aceitunilla y Nuñomoral (Extremadura)
Las Hurdes siguen siendo fieles a su reputación de tierra cargada de misterio y quizás por ello, para muchos aficionados a lo paranormal, el revirado tramo que une la preciosa alquería hurdana de Aceitunilla con Nuñomoral es el más aterrador no solamente de Extremadura sino de España.
La tradición local habla de apariciones que van mucho más allá de las consabidas mujeres vestidas de época para helar la sangre con bebés monstruosos que lloran desesperadamente en medio del asfalto, fantasmas de niños que surgen de un cementerio cercano y extraños animales de ojos rojos que persiguen a los vehículos.
Sin duda lo solitario del entorno –pese a la simpatía de su gente, encantada de recibir visitantes– ayuda sobremanera a crear el clima propicio.
N-340: entre Tarragona y Castellón (Cataluña)
En España el otro tramo fantasmal por antonomasia es el que transcurre en el punto kilométrico 159,5 de la N-340 a la altura de San Carlos de la Rápita (Tarragona) y se trata –efectivamente– de la recta que pasa delante del camping de Los Alfaques.
Decenas de conductores aseguran haber visto a hombres, mujeres y niños con expresión inerte observando su paso desde el arcén, justo frente al lugar en el que el 11 de julio de 1978 el accidente de un camión cisterna (que transportaba 25 toneladas de propileno) provocó una bola de fuego que acabó con la vida de 243 personas.
Pura sugestión por saberse en un lugar marcado por una tragedia tan terrible o misterio real, lo cierto es que quienes aseguran haber presenciado el fenómeno destacan –sobre todo– la aterradora inmovilidad de las figuras.
AS-17: entre Mengollo y Blimea (Asturias)
Puede que no sea de los más conocidos ni de los más mediáticos, pero este tramo de la AS-17 es uno de los que registra más denuncias incluso ante las autoridades por la súbita aparición de una extraña mujer morena, de pelo largo y mirada inexpresiva que, con aspecto desorientado, de repente sale de detrás de una señal.
Se trataría de Florinda, la hija del primer dueño del castillo de Blimea o de la Cabezada, que en el siglo XV fue asesinada por un pretendiente despechado y que se niega a ser olvidada. La historia de la princesa víctima de un crimen pasional es tan vieja como la propia literatura. En cualquier caso… misterio, sugestión o broma pesada lo cierto es que son numerosos los testigos que afirman haber visto la figura espectral de Florinda saliéndoles al paso.
A-457: entre Lora del Río y Carmona (Andalucía)
Antes de hacerse más conocidos en el mundo del misterio nacional, los extraños fenómenos que tienen lugar en este tramo de carretera ya habían ocupado páginas de la prensa comarcal.
Numerosos conductores afirman haber visto sombrías apariciones –muchas de ellas de partes incompletas del cuerpo– de un ser de más de 1,90 de altura que atravesaba al paso del vehículo por una zona peligrosa y de difícil conducción provocando accidentes.
Los aficionados al misterio lo achacan a la presencia cercana de una presa que fue construida por presos condenados a trabajos forzados después de la Guerra Civil, a consecuencia de los cuales perecieron muchos de ellos y cuyos cuerpos siguen ahí reclamando sepultura.
EX-370: entre Pozuelo de Zarzón y Monterhermoso (Extremadura)
Los lugareños se refieren al km.32 de esta recta de 2 kilómetros como “el tramo de la muerte”. El hecho es que cruces y ramos de flores clavados en el arcén atestiguan una inexplicable concentración de accidentes pese a que la visibilidad es buena y el asfalto está en buen estado.
Los escépticos aseguran que se trata de un problema de disminución de la atención por lo monótono del trazado…, pero existe también una versión sobrenatural vinculada a la súbita aparición del fantasma de una joven de 17 años que fue atropellada mortalmente en el lugar y cuyo cuerpo fue arrojado a una laguna cercana.
Se da la circunstancia de que en el asfalto se aprecian unas manchas rojas que ni la limpieza ni el desgaste de la intemperie ha logrado borrar y que unos atribuyen simplemente al óxido ferroso del pavimento pero otros a la sangre de la criatura.
CA-631: entre Vega de Pas y Estacas de Trueba (Cantabria)
La entrada del túnel cántabro de Engaña es también escenario frecuente de terribles visiones. De nuevo la historia negra vinculada a una infraestructura construida por presos políticos del franquismo da pie a relatos sobrenaturales.
El túnel fue proyectado en 1942 y debía unir por ferrocarril el Cantábrico con el Mediterráneo pero se acabaron los fondos y tramo final fue abandonado, aunque antes había sacrificado la vida de centenares de desdichados prisioneros. Desde entonces son frecuentes los relatos de apariciones y sonidos misteriosos que salen al paso de los conductores.
A-360: de Sevilla a Morón de la Frontera (Andalucía)
Hace 19 años que se vienen testimoniando extrañas apariciones en este tramo de carretera que une las poblaciones de Arahal, Utrera, Montellano, y la base aérea de Morón. Hay conductores que hablan de hileras de niños vestidos con uniforme escolar que cruzan la carretera cogidos de la mano… y desaparecen.
Otros aseguran haber visto aparecer en medio de la calzada el rostro enjuto de una mujer que resplandecía tanto que pensaron que era algún tipo de señal de tráfico y no faltan tampoco las referencias a figuras humanoides y a ovnis. Incluso los militares –gente por definición poco dada a las fantasías– han tenido que tomar cartas en el asunto.
Sin duda, el hecho de que en Morón se ubique la mayor y más reservada base de la fuerza aérea española puede contribuir al clima de misterio y a la frecuente presencia de objetos voladores extraños en la zona.
N-240: de Puente de la Reina a Jaca (Huesca)
Un peregrino, errante eterno por el Camino de Santiago que transcurría justo en este tramo de la N-240, se lanza contra los coches que circulan por él. Llevaba incluso su cayado y su calabaza a modo de cantimplora.
Es lo que afirman haber visto docenas de conductores que circulaban al caer la tarde por este bello paraje aragonés. La zona de la Jacetania está cargada desde hace siglos como todo tipo de leyendas… desde el Santo Grial a apariciones de origen divino.
T-704: de Vilaplana a La Mussara (Cataluña)
Hasta que el tramo de Los Alfaques le robó el título de carretera más embrujada de Cataluña, la que lleva a las ruinas del pueblo de La Mussara ostentaba este honor. La vía es realmente sobrecogedora; niebla y viento casi permanentes y soledad a uno y otro lado… no le falta ningún elemento para ser el escenario perfecto de una película de terror.
De hecho el lugar tiene fama de maldito desde hace siglos, acoge rituales satánicos y las historias de desapariciones, saltos en el tiempo –protagonizados algunos por militares de la cercana y también ya abandonada base de Castillejos– y terroríficos encuentros con seres extraños son más frecuentes.
Más allá del mito se han medido –efectivamente– interferencias electromagnéticas en el viejo pueblo abandonado desde los años cincuenta y al que llegamos por una carretera de esas en las que la idea de sufrir una avería ya pone los pelos de punta.
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