Los jóvenes consumen alcohol al volante, corren en exceso y son, en general, temerarios e inexpertos. La conclusión parece obvia: resultan más peligrosos en la carretera. Y los últimos estudios publicados constatan que no se trata de un mero prejuicio: los automovilistas de menor edad son menos seguros.
Aunque este análisis elaborado por la Fundación MAPFRE y la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD) señala que siete de cada diez conductores menores de 30 años se declara “buen conductor”, y seis de cada diez se siente “mejor” o “mucho mejor” que el resto al volante, los datos se empeñan en decir lo contrario. Así ocurre, especialmente entre los 18 y los 24 años.
CONSUMO DE ALCOHOL Y DROGAS
Los jóvenes no son los conductores más racionales cuando se trata de mezclar alcohol y carretera. Así se refleja en las conclusiones del estudio de la Fundación MAPFRE y la FAD: un elevado porcentaje de conductores menores de 30 años ha conducido “alguna vez” bajo los efectos de las drogas, cerca del 36% en el caso del alcohol y alrededor de un 10% en el caso del cannabis, cocaína y otro tipo de drogas.
Igual de grave es el comportamiento de los pasajeros: seis de cada 10 declara haberse subido a un vehículo cuyo conductor ha consumido alcohol, y más del 30% lo ha hecho con un piloto que ha tomado porros, cocaína o pastillas, entre otras sustancias.
ACTITUDES TEMERARIAS
Una completa y reciente encuesta de Ford (publicada en octubre de 2016) se centra en los universitarios europeos y refleja datos concluyentes: el 60% reconoce haber superado alguna vez los límites de velocidad establecidos.
La asunción de riesgos se ve como algo normal entre los jóvenes. Según la misma encuesta, el 48% afirma sentirse tentado de conducir un coche con más pasajeros de los permitidos, y el 75% se subiría a un coche conducido por alguien que ha bebido alcohol.
USO DE MÓVILES
Pese a las sanciones por usar el móvil al volante, es uno de los hábitos más repetidos. El 43% de los conductores jóvenes admite haber enviado mensajes de texto, el 38% haber consultado aplicaciones y el 36% haber realizado llamadas.
Y un dato más sorprendente todavía, publicado por Ford en 2014: uno de cada cuatro jóvenes en Europa se ha hecho una autofoto mientras conducía (el porcentaje baja al 18% en España). Y casi la mitad de los conductores admite haber usado su móvil para hacer fotos en general (en España, el 32%; en Rumanía, ¡el 97%!). Una acción que puede distraer al conductor entre 15 y 20 segundos: en ese tiempo, un coche que viaja a 100 km/h avanza 500 metros a ciegas.
ACCIDENTALIDAD
Como consecuencia de conductas como las anteriores, la probabilidad de que un conductor de 18 años tenga un accidente grave es casi 4 veces mayor a que lo padezca una persona de más de 35 años, según el informe Juventud al volante: por qué es necesario ser prudente, elaborado por la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa). Estos datos mejoran con la edad: a los 25 años, la posibilidad de accidente grave es de solo dos veces mayor.
El mismo estudio señala que la experiencia al volante también influye en la accidentalidad, porque no todos los jóvenes aprenden a conducir a la vez. Los automovilistas de entre 18 y 28 años y que tienen menos de un año de carné tienen 3,6 más probabilidades de sufrir un accidente que una persona que tiene más de diez años de experiencia al volante, según las cifras analizados por las aseguradoras.
Los datos resultan demoledores: en Europa, la gente joven tiene casi el doble de posibilidades de fallecer en accidente de tráfico que el europeo medio.
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Periodista especializado en seguridad vial. Editor y redactor de El Motor desde 2016. Empezó a escribir de fútbol en 1998 en Diario 16 y ha trabajado en varios proyectos de Prisa Media desde 2000. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, es autor de ‘Aquí no se rinde ni Dios’ (2020).