En España, los navegadores más utilizados son Google Maps o Waze. Aunque hay otras opciones en el mercado, su presencia es residual. En Corea del Sur ocurre una situación similar, pero solo hay un dominador, Tmap, que propone a los conductores tomarse la conducción como un juego, algo que sorprendentemente ha servido para reducir el número de accidentes en las carreteras.
El planteamiento es sencillo: los teléfonos en los que está descargada la aplicación, mientras que se usa, toman datos de la aceleración, de las frenadas, de la velocidad a la que se circula y de cómo se toman las curvas. Lo que se valora es que se conduzca de manera suave, fluida y, obviamente, dentro de la legalidad, de manera que cuanto más se ajuste a esto la conducción, más puntos se gana.
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Lo curioso es que esa puntuación no es solo para el propio usuario, si no que es pública y la pueden ver los demás conductores, lo que potencia la competitividad y hace que unos y otros se esfuercen por superar a sus conocidos o por sencillamente subir puestos en las clasificaciones locales y del país.
Según la aplicación, su uso hizo que entre 2018 y 2020 se previnieran 31.366 accidentes. Se trata de un cálculo estimado basado en la comparación de las tasas de accidentes de conductores con puntuaciones altas y bajas. Su éxito ha sido tal que otras aplicaciones de navegación rivales han ido incorporando sus propios sistemas de puntuación en los últimos años.

Chun Ji-yeon, del Instituto de Investigación de Seguros de Corea, explica: “Es una de las pocas competiciones donde todos se benefician cuando suben las puntuaciones. Conducir con seguridad reduce el riesgo de accidentes, las aseguradoras ahorran en reclamaciones y los conductores ahorran dinero. Es una coincidencia de intereses poco común”.
Casi 20 millones de participantes
Tmap afirma que para finales de 2024 ya contaba con más de 19 millones de usuarios que juegan mientras conducen. Entre ellos se han repartido más de 10 millones de premios, y es que, en función de las puntuaciones obtenidas los conductores, obtienen recompensas que pueden ir desde tarjetas de regalo a descuentos en su seguro de coche.
Esto, sin embargo, genera dudas en materia de privacidad. El uso de aplicaciones de este estilo hace que se recabe información sobre la forma de conducir de los conductores, que en muchas ocasiones luego se vende a las aseguradoras, que utilizan lo datos para subir el coste del seguro del vehículo.
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