El uso del móvil durante la conducción es una de las distracciones más habituales detrás de los accidentes de tráfico. Por esa razón, la DGT lleva un tiempo persiguiendo el uso de estos dispositivos, así como el de otros similares como los GPS o las pantallas de los sistemas de infoentretenimiento.
La última modificación de la ley de tráfico amplió las infracciones sancionables en referencia al teléfono móvil. Ahora, los agentes pueden multar a cualquier conductor que toque el smartphone o lo lleve en la mano, aunque no lo esté utilizado.
Con el avance de la tecnología y las aplicaciones como Google o Apple Pay, ¿cómo se aplica esta norma? Los teléfonos móviles son utilizados por muchos usuarios como sistema de pago, ya que es posible llevar la tarjeta de crédito o débito en formato digital en la cartera del smartphone.
Así, las barreras de los peajes o de los aparcamientos están habilitadas con sistemas de pago contactless. Es decir, no hay que introducir la tarjeta para abonar el coste del servicio y, por lo tanto, se puede pagar sin problema utilizando el teléfono móvil.
¿Es posible que la policía multe a un conductor por pagar un peaje con teléfono móvil? Al parecer, sí. Así lo ha contado un joven francés en TikTok, quien va a tener que abonar una multa de 90 euros por este motivo.
Multa por usar el móvil para pagar
Según cuenta el joven, se acercó con su coche a la barrera de un peaje y pagó con Apple Pay. Al arrancar, un coche de la policía le dio el alto, ante lo cual él se paró. Entonces, el agente le comunicó que le multaba con 90 euros por el uso del teléfono móvil al volante, ante lo que el joven conductor se quedó estupefacto.
Aunque puede ser que este caso sea puntual, protagonizado por un agente de tráfico excesivamente puntilloso en sus funciones, quizás sea mejor pagar los peajes y los aparcamientos con una tarjeta física en vez de con el teléfono, para evitar problemas y, sobre todo, multas.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.