El GPS también se equivoca: las historias más insólitas de conductores perdidos y coches atascados

Los navegadores son grandes aliados de los conductores, pero hay que tener cuidado al utilizarlos si no se quiere acabar con el coche atrapado.

Los conductores llegan a quedarse atrapados en estrechos caminos. | Bomberos de Feuerwehr St. Gilgen.

La tecnología ha mejorado mucho la seguridad al volante y la comodidad en conducción. Uno de los grandes avances ha sido el GPS, que permite llegar al lugar de destino sin perderse ni tener que dar rodeos durante el trayecto.

Mucho ha llovido desde el primer navegador que cargaba los mapas vía satélite y que necesitaba ir actualizándose regularmente. Ahora, la mayoría de los GPS se utilizan desde el propio teléfono móvil e incluso desde la misma pantalla de infoentretenimiento del coche. De esta manera, no hay que comprar caros dispositivos ni extras que conectar al vehículo.  

Aunque estos dispositivos ofrecen siempre llegar al destino siguiendo la ruta más rápida y directa, no siempre aciertan. De hecho, en las condiciones de uso de estas aplicaciones, se especifica que el conductor es el último responsable del vehículo. Por lo tanto, debe ser él quien se asegure de conducir con seguridad y por rutas adecuadas.

Atrapados en escaleras o en el monte

Sin embargo, pese a estos avisos, muchos conductores se fían ciegamente de su navegador y acaban en situaciones, cuanto menos, comprometidas. Por ejemplo, hace apenas unas semanas se hizo viral el vídeo de un coche atrapado en las escaleras que desembocan en la plaza Mayor de Palma. Es cierto que, una vez que la policía acudió al lugar de los hechos, se confirmó que el conductor conducía bajo los efectos del alcohol.

Otro caso muy sonado de por qué no siempre hay que seguir al GPS es el de los conductores del Este de Europa que acaban perdidos en una pista forestal en La Rioja. Al parecer, un fallo en los datos les indicaba que ahí había una gasolinera y un área de descanso.

La estrechez de la pista y el pavimento lleno de hojas, junto con el volumen de estos vehículos, eran la combinación perfecta para que estos conductores profesionales quedaran atrapados, siendo posteriormente rescatados por los agentes de tráfico de la zona.

Desvíos imposibles

En Asturias, los habitantes de la zona de Demués también alertaron a principios del año pasado de un fallo en las indicaciones del GPS. Los conductores que buscaban el acceso a los lagos de Covadonga eran desviados por un camino rural muy peligroso, ni siquiera apto para vehículos. De hecho, hace dos años falleció una turista en esta zona al despeñarse con su furgoneta.

Los habitantes de la zona estuvieron colocando carteles en el acceso a esta pista, avisando a los visitantes de que las indicaciones del GPS eran incorrectas, pero algunos despistados tuvieron que acabar dando la vuelta a mitad de camino, una maniobra que tampoco era sencilla.

Consecuencias peligrosas

Aunque algunas de estas anécdotas se quedan en un susto o un desvío, en muchas ocasiones los vehículos pueden acabar dañados. No es raro que el GPS acabe mandando a los conductores por caminos estrechos en los que el coche acabe atascado y, por lo tanto, arañado y con roces.

Hay veces en las que incluso las consecuencias de seguir el navegador a ciegas y no fijarse en la carretera pueden ser mortales. En Carolina del Norte (EE.UU.), un conductor falleció tras precipitarse su vehículo a un río debido a que el puente estaba derrumbado.

Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram

Newsletter ElMotor

Recibe la newsletter de EL MOTOR con toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia.

Apúntate

Servicios ELMOTOR

Encuentra los mejores talleres, seguros, autoescuelas, neumáticos…

BUSCAR
Cerrar

NEWSLETTER

Toda la actualidad del mundo del automóvil y la moto, tecnología, seguridad, conducción y eficiencia en tu buzón de correo.

¡Me interesa!
Por ahora no