El conductor enciende el móvil y ocurre: aunque no se dé cuenta ni haya sopesado si quiere hacerlo, con un pequeño gesto abre la puerta de su coche a la Dirección General de Tráfico (DGT), que ya viaja de modo virtual en un elevado número de vehículos.
Su llave universal es la plataforma DGT 3.0, a través de la cual Tráfico recibe las ubicaciones de aquellos vehículos que se detienen en la carretera por una avería, una emergencia o un siniestro vial.
En cuanto un automovilista coloca sobre su coche la baliza V-16 conectada, la señal llega a la DGT, y de ahí rebota y se desliza en los navegadores de quien circule por la zona.
Más información
Elegido como uno de los proyectos finalistas este año para el Premio Europeo a la Excelencia en Seguridad Vial, promovido por la Comisión Europea, la plataforma DGT 3.0 gestiona millones de datos en tiempo real para dibujar el mapa continuo de la movilidad. El ‘gran hermano’ de Tráfico planea sobre las carreteras para evitar en lo posible grietas de seguridad o colapsos circulatorios.
La señal virtual V-27
Una de las bases es la señal de las luces V-16, que elimina el riesgo de caminar por el asfalto para colocar los triángulos de emergencia y, por otra parte, avisa al resto de usuarios de la ubicación de ese peligro gracias al envío de su geoposicionamiento a la DGT 3.0.
Cuando Tráfico recibe la información, manda de forma automática el aviso a los navegadores, a las aplicaciones de mapas y a los ordenadores de a bordo de los vehículos.
Los dispositivos externos o el propio cuadro de instrumentos (mediante la señal virtual V-27, de reciente creación y sólo disponible en los coches más avanzados) anuncian al momento el peligro para que los conductores reaccionen a tiempo y cambien de carril o reduzcan la velocidad.
Luz V-16 o triángulos de emergencia
Aunque la luz V-16 conectada no será obligatoria hasta el 1 de enero de 2026 (hasta entonces podrán usarse los triángulos o las balizas V-16 no conectadas), ya hay a la venta un buen número de dispositivos certificados por Tráfico.
El organismo, de hecho, recomienda consultar la web en la que aparecen todos los modelos homologados y que, en caso de activarse, envían los datos a la plataforma DGT 3.0.
Adquirir ahora una señal V-16 conectada evitará una doble inversión, ya que estas serán las únicas válidas a partir del 1 de enero de 2026. La V-16 conectada integra en el interior de su carcasa todos los elementos necesarios para su funcionamiento, incluidos los de comunicaciones.
La legislación exige a los fabricantes que ofrezcan una conectividad mínima de 12 años desde el momento de la compra, cuyo coste ya está incluido en el precio de venta de la V-16. En todo caso, Tráfico recomienda “observar la fecha de caducidad, impresa tanto en el envase como en el propio dispositivo”.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram